Capítulo 22

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-¡Amelia Rose! ¡Baja ahora mismo o me veré obligada a tirarte un balde de agua helada!

Otra vez la misma rutina... Pfff, lo bueno es que en menos de tres días podré cumplir mi venganza contra esa pequeña... María...

(...)

-¡Shadow! ¡Shadow!

-¿Qué necesitas, Sally?

-¿Escuchaste de la genial fiesta que hará un tal Silver? Invitó a María y ella a mí, ¿irás, verdad?

-Sí, sí, estaré ahí, ahora déjame en paz.

-Ash, que amargado.

Después de que Sally se fue, me salí de mi escondite y me senté junto a Shadow.

-Esa fiesta... ¿Es tú idea?

-Sí, pero no sólo será una fiesta... Cumpliré mi venganza.

-¿Puedo ayudarte en algo?

-Mmm... Hoy sus padres de Silver seguro que ya están de camino a su viaje, podría enseñarte la casa de Silver y...

-Un segundo... ¿Tú conoces la casa de Silver?

-Sí, él y yo prácticamente somos como hermanos, desde pequeña que iba a visitarlo y jugábamos en su patio o, a veces, me resguardaba con ellos cuando... Bueno, cuando ellos peleaban, por eso la conozco... En fin, como te decía, te enseñaré una habitación en especial, podrás ayudarme incitándolas a que te sigan y cerrar la puerta con llave.

-¿Y si gritan?

-Ja, ja, ¿tú crees que alguien las escuchará con la celebración de por medio?

-Bueno, tienes un buen punto, sin embargo... No creo que puedas encargarte de las tres al mismo tiempo.

-Oh, no, las llevarás una a una, a María la dejarás para el final...

-¿Y ya sabes exactamente que le harás a cada una?

-Por supuesto, eran mis amigas después de todo, sé perfectamente sus puntos débiles -sonreí-.

-Muy bien, entonces te ayudaré... Pero no dejaré que entres a la habitación sola, pueden hacerte algo.

-Ay, señor dramático, bien, bien, me ayudarás entonces dentro de la habitación, Silver supongo que hablará con la muchacha que conoció en el muelle...

-Espero que no sientas rencor por lo que, eh, pasó en el muelle.

-Pfff, para nada, sólo me dan ganas de mandarte a volar.

En eso, sonó la campana que da fin al receso, me levanté rápido y salí corriendo, Shadow me seguía con el fin de molestarme, supongo, hasta que llegamos al aula.

(...)

-¿Silver sabe que iré a su casa? Hace tiempo que no hablamos...

-Te preocupas mucho por todo, cállate emo y déjame hacer mi trabajo.

-Vuelve a decirme emo, chicle, y te aseguro que no habrá más Shadow paciente.

-Ja, ja, tus amenazas no me afectan en nada, vamos, Silver nos dará el acceso principal.

Caminamos alrededor de 15 minutos y llegamos, toqué el timbre y se abrió la puerta, pasamos y, como por arte de magia, se fue cerrando la puerta.
El camino hasta la mansión era largo, y me traía muchos recuerdos.
Tenemos menos de tres días para organizar todo, nada de distracciones.

-Sí que es grande este lugar.

-¿No habías venido aquí?

-Recuerda que yo me uní a ustedes unas semanas antes de que partieras, no hubo reuniones en ese tiempo.

-Sí, ahora que lo mencionas, ¿por qué te uniste a nuestro grupo? Pensé que estar en grupo no te agradaba.

Shadow se quedó callado, y antes de volver a preguntar, Silver nos dió la bienvenida.
Avisé por mensaje a mamá que estaría en casa de Silver y que probablemente me quedaría a dormir, bah, no quería regresar a casa. Nos sirvió comida y, después, comenzamos a planificar la celebración.

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