Revenge

Capítulo 30

El lunes llegó, y con ello una nueva semana de clases, Amy había pasado todo el fin de semana en casa de Silver, no tenía motivos para ir a su casa, y aunque no quería presentarse al colegio porque, seguramente María ya sabría quién le había hecho eso a su cabello, igual se levantó temprano, fue a su casa por su mochila y cuadernos, se vistió con un conjunto negro como suele hacer ahora, desayunó, se lavó los dientes y salió con la esperanza de que cancelaran las clases y pasara de curso, como si de magia tratara. Tenía mucho que caminar ya que su madre parecía no querer llevarla al colegio.

-¿Te llevo?

-Ah, Shadow, ¿qué haces por aquí tan temprano?

-Bueno, mi casa está cuatro calles atrás, así que esta ruta es normal.

-¿De verdad? Oh, vaya, bueno, te agradeceré que me lleves, ella no está disponible ahora para llevarme.

-Vamos, pues, sube - subí cuidando no rozar el tubo de escape, podría quemarme - ¿cómo te la pasaste después de la fiesta de Silver? ¿Tuviste resaca?

-En realidad no tomé mucho, así que no tuve resaca y pues me la pasé ayudando a limpiar el desastre que dejaron los invitados, vimos películas y nos pusimos al día, ¿qué tal tú?

-Pues yo si tuve algo de resaca, luego María me llamó creyendo que le diría lo que había pasado con su cabello, sigue estando verde, ¿qué le pusiste?

-Ja, ja, ja, qué gracioso será ver eso hoy, sólo es un poco de pintura revuelta con tinte semi permanente, el color verde no se le irá por lo menos en un mes aunque lo lave mucho.

-Recuérdame no hacerte enojar.

-Ja, ja, me daría gracia verte de color verde o rosa. Mira, ya casi llegamos, me sorprende que no haya tantos coches, como siempre.

-Bueno, es más temprano de lo normal, son 6:30, tal vez por eso no hay tanto tráfico.

-¿6:30? Es muy temprano, ¿siempre llegas a esta hora?

-Sí, para evitar el tráfico y poder comprar algo qué desayunar. Ya llegamos, ten cuidado, Rose.

-Gracias, te debo una ya que me ahorraste la caminata.

-Bueno, ¿qué te parece si salimos al rato? Te prometo que no haré nada fuera de lugar, quiero llevarte a ver a alguien.

-Mmm... Está bien, pero no se te ocurra hacer nada extraño o usaré martillo-hacha contra ti.

-Qué miedo siento - Shadow revolvió mi cabello, para luego rodear su brazo en mis hombros -, ya que es temprano, ven, vamos, te invito a desayunar.