Capítulo 52

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-¿Es verdad todo lo que le dijiste a Silver?  - pregunté una vez que me tranquilicé -.

-Lo es, Rose, jamás te mentiría ni te haría daño.

-Mmm... De acuerdo, ¿puedes resolverme una duda?

-Claro, ¿cuál?

-No me termina de cuadrar lo que pasó con Knuckles ni contigo, ¿cómo fue que quedaste herido?

-Eso quisiera yo saber, mi memoria está borrosa, no puedo recordar nada más allá de lo que te conté, es como si alguien hubiera alterado mis recuerdos.

-Todo esto me parece extraño, pero te agradezco mucho que seas sincero conmigo.

Él no respondió nada más, aún me seguía abrazando, levanté ligeramente mi cabeza para verlo, él volteó a verme, acarició mi mejilla y me besó, correspondí al instante, aunque nuestro momento no duró nada, pues la voz de ella resonó por toda la cuadra.

SHADOW! ¡TE DIJE QUE NO TE ACERCARAS A ELLA!

A paso decidido, comenzó a caminar hacia nosotros, se le veían claras intenciones de golpearme, Shadow ya estaba por levantarse cuando yo lo retuve, invoqué mi martillo y me preparé para el ataque, ya estaba harta de ella, de su presencia, de que se crea dueña de todo, ya era hora de terminar todo esto. Ella, de un momento a otro, sacó un cuchillo y comenzó a correr en mi dirección, decidida a todo o nada, yo, por mi parte, estaba preparándome para esquivarla y dejarla noqueada de un golpe. Atacó, me trató de apuñalar del lado izquierdo, rápido esquivé y traté de golpearla, pero me esquivó, me moví instintivamente de lugar para atacar desde otro lado, se abalanzó de nuevo, me alcanzó a arañar la mejilla, todo por tratar de desmayarla ya, me lancé hacia atrás y golpeé al suelo con el martillo, esto con la finalidad de desequilibrarla y lograr darle, pero no funcionó, leyó mis intenciones y saltó sobre mi martillo, para así alejarse de la onda de movimiento y al mismo tiempo de mi, nuevamente se venía a abalanzar contra mi cuando Shadow la retuvo.

-Ya basta, estoy harto de ti, ¿no lo entiendes?

Suéltame! ¡No voy a permitir que me sigas desobedeciendo!

No pude más, hice desaparecer mi martillo, me acerqué rápido a ella y le solté una cachetada, que podría jurar que se oyó hasta en China, pues su mejilla quedó roja y con mi mano marcada. Ella parecía querer responder, pero un aura turquesa la detuvo, Shadow entonces la soltó y se giro a verme, su semblante enojado rápidamente cambió a uno de preocupación, fue entonces que sentí como goteaba la sangre de mi mejilla, al parecer si había sido un corte profundo.

-No, espera Rose, no toques la herida, puedes infectarte, déjame traer un botiquín.

-¿Qué pasó aquí? Suerte que alcancé a detenerla, si no aquí te mata.

-Ja, ja, gracias Silver, lo que pasa es que esta desquiciada llegó gritándole a Shadow que dejara de desobedecerla y que ya le había dicho que se alejara de mí y como él no le hizo caso, me atacó, así, sin más.

-¡Mentirosa! ¡Tú me atacaste a mí primero! ¡Perra!

-Silver, ¿no puedes mandarla lejos con tu telequinesis? Me está colmando la paciencia.

-Con mucho gusto, ¿por dónde queda su casa?

Suéltame pedazo de idiota! ¡No sabes con quién te estás metiendo!

-Y tú tampoco, si quisiera podría aplastarte ya mismo - su semblante reveló su miedo -, te voy a soltar, pero donde vuelvas a hacerle algo a ella, a Shadow o a mí, no dudaré en hacerlo.

-No te atreverías, seguro que eres un maricón...

-¿Tan segura estás? - su mirada revelaba todo, no entiendo porque trata de hacerse la valiente -.

Segundos después la soltó, no sin antes ponerse adelante de mí, siguiéndola con la mirada mientras caminaba, ella se fue moviendo en dirección contraria a la casa de Silver, y aunque yo veía su terquedad de querer atacarme, parece que su miedo pudo más, pues apresuró su paso. Antes de siquiera llegar a la salida, salió corriendo, miedosa.

-Rose, aquí está el botiquín, déjame ver la herida. Parece que ya se fue, ¿la sacaste volando?

-Lo hubiera preferido, pero no quiero que tome represalias contra Amy.

-Lo hará de todos modos, ella es así.

-Rose tiene razón, tan sólo ve lo que causó ahora, por más que le he dicho que se aleje de mí, que me deje en paz, no lo hace y empiezo a perder la paciencia yo también.

Shadow comenzó a limpiar mi herida, aunque el contacto con el alcohol me ardía, no pude evitar cerrar los ojos ante el contacto, como esperando que el ardor se dispara al cerrar los ojos.

-¿Es muy grave?

-No, la herida no es profunda., tranquila Rose, ya la limpié, ahora solo es dejarla cicatrizar, te pondré un curita.

Cuando terminó, me acarició la mejilla suavemente y luego depositó un pequeño beso en mi frente.

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