Capítulo 40

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¿Dónde rayos se habrá metido Rose? Hace rato no la veo, ya la busqué en la azotea, en el árbol de siempre, en la cafetería, en las canchas, simplemente no la encuentro y tampoco veo a María, ¿le habrá hecho algo? No, yo sé que mi Rose es fuerte... ¿Mi Rose? Caos, estoy pensando en cosas que no debería.

Rendido, decidí sentarme en la azotea y comer, espero que me explique todo cuando acabe el receso. Pronto la campana sonó, regresé con cautela al salón, vi a todos menos a Rose y Sonic... Puta rata azul.

Tendría que esperar al final para buscarla, pues tocaban las últimas horas con el mismo profesor gruñón de siempre.

(...)

¡Por fin acabó el sufrimiento! Me estaba aburriendo. Guardé mis cosas con prisa, pero él me retuvo.

-Oye, necesito hablar contigo.

-Estoy ocupado como para lidiar contigo, faker.

-¿Ni siquiera si se trata sobre Amy? - no lo pensé mucho, instintivamente me levanté y le sostuve violentamente la bufanda que siempre traía alrededor del cuello -.

-¿Qué le hiciste, desgraciado?

-Uf, siempre recurres a la violencia, no le hice nada, aunque eso no te interesa, solo quiero saber cómo hiciste tú para ganarte su perdón, ¿cómo TÚ, que fuiste novio de María y seguramente sabías todo, te ganaste su perdón y yo NO? ¿Cómo fue que tú, sin siquiera haber sido nada de ella antes, la hayas besado sin recibir un golpe, y a mí por besarla me dejó la marca que traigo ahora?

¿Que él hizo QUÉ? La rabia me hizo olvidar que aún seguíamos en el colegio, sin dudarlo ni un segundo y sin contenerme le solté un puñetazo en la cara, me dió satisfacción ver cómo cayó al piso con la nariz ensangrentada y aunque quería seguir golpeándolo, preferí simplemente irme, necesitaba buscar a Rose.

No la veía cerca del estacionamiento, había signos de lluvia, ni siquiera estaba en la heladería, sólo me quedaba un lugar. Subí a mi moto y me dirigí lo más rápido que pude a ese lugar.

Parece que llegué a tiempo, ahí estaba ella, con Silver a un lado, parecían listos para ir hacia otro lugar, Silver me vió y me saludó, lo cuál hizo que Rose volteara, me acerqué a ellos y antes de preguntar nada, Rose me abrazó.

-Shadow...

-Tranquila, al menos le di su merecido a ese patán.

Se soltó de mí para luego sonreírme, era normal y raro ver de nuevo estos pequeños rasgos de personalidad en ella.

-¿Ya tenemos todo?

-¡Ah! Espera, me falta algo - y corrió dentro de la casa -.

-¿A dónde van?

-No sé, le pregunté sobre Knuckles y su expresión cambio, me dijo que me alistara y que le acordara de llevar algo, pero no me dijo qué.

-Oh...

-¿Qué pasa?

-Bueno, pensé que lo sabrías, pero es mejor que lo veas. Cambiando un poco el tema, ¿me estoy volviendo loco? Ella me abrazó.

-Ja, ja, tranquilo, confía en ti, así que no tendrá miedo de mostrarte su verdadera personalidad, también fue cruel conmigo cuando llegué y eso que yo no le hice nada, aunque ahora, al menos con nosotros dos, está volviendo a ser la que era antes, sólo espero que no se arrepienta de su venganza contra ellos.

-¡Listo! ¡Vámonos!

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