Capítulo 36

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El día siguió como normalmente, lo cual me pareció extraño pero no le di importancia, dejé a Rose en casa de Silver, veo que no quiere estar en su casa ahora, me despedí de ambos y me fui a la mía.

Estaba tranquilo, caminando ya que decidí no llevar la moto, necesitaba limpiarla, cuando sentí que alguien me iba a golpear, volteé instintivamente pero no alcancé a esquivar por completo el golpe, me dió de lleno en el estómago, me sacó el aire y por un momento me tambaleé, mierda, mis reflejos están fallando.

-Veo que eres resistente, debí suponerlo - volteé a verlo mientras me miraba con malicia, no conocía a este equidna -.

-¿Quién eres y qué quieres? - dije en cuanto recuperé el aliento -.

-Bueno, no es asunto tuyo, sólo te diré que no debiste hacerla enojar.

Se lanzó de nuevo hacía mí para golpearme, pero al instante mi instinto asesino se activó, esquivé todos y cada uno de sus golpes, para luego golpearlo yo en la cara, parece que con eso bastó porque cayó desmayado.

No esperé a que despertara, lo cargué y utilicé el control caos para llegar más rápido a casa y evitar las preguntas de la gente chismosa. Una vez que llegué, lo revisé completamente para evitar que utilizara armas, al parecer no traía nada consigo más que su celular, lo amarré a una silla y esperé a que despertara.

Después de 30 minutos, despertó, revisó todo a su alrededor y después me vió, su expresión reflejaba miedo, me dió satisfacción.

-¿Y bien? ¿Vas a contestar a mi pregunta? ¿Quién eres y qué quieres? - se negaba a responder, pareciera como si se hubiese quedado mudo y yo empecé a perder la paciencia, iba a golpearlo nuevamente, pero me detuve cuando escuché su celular sonando -. Que suerte tienes.

Tomé su celular, contesté, lo puse en altavoz y entonces entendí a qué había venido.

-¿Nick? ¿Ya pudiste acabar con Shadow? Se suponía que debías marcar hace rato y después reunirte con tu compañero para darle una pequeña lección a Amelia -.

Hice un ademán para que él contestara, no quería arruinarle la emoción a María.

-Emm... Verá...

-¿Qué? ¿No se suponía que tú y tu amigo son los mejores dando "lecciones"? No pagué para que estés retrasado con tu encargo.

-¿Olvidas contra quién estás atentando? - esta vez contesté yo, notablemente enojado -.

-¿Sha-Shadow? - escuchaba su miedo del otro lado de la línea -.

-Escúchame bien, pequeña perra, tienes muchísima suerte de que mi personalidad ya no sea la misma de antes y de que tenga muchísima paciencia ahora, tú mejor que nadie debe saber de lo que soy capaz, te lo repetiré una última vez, si vuelves a intentar dañarme a mí o a Amy, no voy a tener ni más paciencia ni más compasión.

Ella colgó, parece que logré asustarla.

-Por favor, déjeme ir, no volveré a intentar nada, por favor, por favor, por favor.

-Bien, te dejaré ir, pero antes, debemos avisarle a tu compañero.

Lo volví a golpear para noquearlo y lo desaté, volví a usar el control caos para llegar rápido a casa de Silver. Una vez allí, noté que Silver estaba usando su telequinesis y Rose estaba sosteniendo su martillo, tenía un pequeño corte en la mejilla, estaba sangrando un poco, maldito. Me acerqué un poco más, logrando que Rose y Silver me vieran.

-¿Shadow? ¿Por qué tienes a ese hombre cargando?

-Es compañero de el de allá, los mandó María -Silver se enojó, lo podía notar en su semblante -, Rose, ve a curarte, Silver y yo nos encargamos.

Sorprendentemente, Rose me hizo caso y se metió de nuevo a casa de Silver.

-¿Qué quieres hacer con ellos, Shadow? - Silver sonrió con malicia y atrapó al que tenía cargando con su telequinesis -.

-Aunque amo la idea de hacerlos sufrir, lo mejor sería llevarlos a la comisaría.

-Pfffff, aguafiestas, pero tienes razón. Vamos, puedo llevarnos.

Me elevó también a mí y fuimos a la comisaría, al parecer llevaban tiempo buscándolos por crímenes menores, nos agradecieron y los metieron tras las rejas. De regreso Silver se notaba más tranquilo, me invitó a quedarme a pasar la noche, y aunque quería aceptar, por respeto a Rose me negué, él sonrió y se metió. Yo, por mi parte, utilicé una vez más el control caos, llegué a casa y me acosté, sentía sueño ya.

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