Revenge

Capítulo 42

Se acercan, por fin, los exámenes finales, y yo realmente no estoy lista para esto, ni siquiera he estudiado con tanto problema encima, ¡y ni siquiera me he podido vengar de Sally y los demás! ¿Será que estoy desperdiciando mi vida? ¿Debería mejor seguir adelante e ignorarlos a todos? Neh, no sería divertido.

-¡Amelia Rose!

-¿Eh?

-Señorita, ya van tres veces que repito su nombre para que venga a tomar su exámen, ¿acaso tiene ganas de reprobar?

Simplemente rodé los ojos y me acerqué al escritorio del profesor, tomé el papel de sus manos y me fui a sentar, después de que llamara a todos los demás, dió la indicación para comenzar.

Empezó la tortura... A ver, primera pregunta, si una vaca va a 15 kilómetros por hora, y un coche va a 60 kilómetros por hora, calcule la masa del sol.

-¿¡Pero qué carajo es esto!? - pensé que seguía siendo sólo para mí, pero el profesor me escuchó-.

-¡Basta, señorita Rose! ¡Hará su exámen afuera! ¡Largo!

Pfff, como sea, igual me dejó hacer el exámen que claramente estaba hecho para hacerme sufrir.

Una hora después, sonó la campana, el profesor malhumorado me dejó pasar sólo para entregarle mi exámen y anunció que mañana revelaría los resultados, y así fueron las primeras 3 horas de escuela, después sonó la campana para el descanso, ¡por fin! Me acerqué a Shadow para irnos juntos, pero por alguna razón él decidió irse sólo, bueh, en fin, quien quisiera estar con ese amargado, yo no, ¿o sí?

Deseché esos pensamientos y subí a la azotea, estaba encadenada como siempre, saqué mi llave mágica pero no abría, seguro que cambiaron el candado, ahora estaban en mi lista negra. Resignada me fui al árbol de siempre, hoy llevaba desayuno ya que Silver insistió en que no podía estar sin llevarlo, sobreprotector.

Después de terminar, me acomodé para descansar un rato más, seguían otras 2 horas de tortura, aunque justo escuché voces cercanas, no quería que me oyeran y se fueran, así que no hice ruido para escucharlos mejor.

-¿Ya me vas a decir para qué rayos me citaste? - ¿Shadow?

-Tranquilo, Shady mío, sólo debía aclarar un pequeño asunto contigo, ¿sabes? Ya no me gusta que estés con la rata rosada, aunque eres un buen actor, mira que ponerte en mi contra sólo para hacerle creer que de verdad eres su amigo, qué encanto, aunque eso se acabó, te lo prohíbo.

¿Qué? ¿Shadow... Estuvo jugando conmigo? ¡No puedo creer que estuviera confiando en él! Salí corriendo, aunque eso provocó que ellos dos me escucharan, escuché a Shadow gritar mi nombre, pero no me detuve, me encerré en un baño, invoqué mi martillo y me aseguré de sacar toda la ira y decepción que sentía, no me permitiría llorar más, no ahora.

Sonó la campana indicando el regreso a la tortura, me apresuré a subir al salón para no encontrarme con nadie y que nadie me viera salir específicamente de ese baño, ya que nadie dejaba sus pertenencias, podía elegir en dónde sentarme nuevamente, y como sabía que él sería el último en llegar, decidí sentarme al lado de dónde siempre se sienta Sonic, ojo por ojo.