Capítulo 39

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Al llegar a casa de Silver, me senté en donde siempre y comencé a relajarme, era un caos interno.

-¿Ya me dirás qué pasó? Estoy preocupado.

-Owww, ¿te preocupas por mí? - solté de manera burlona, Silver se estaba enojando -, ya ya, disculpa, amargado. Hoy, antes de empezar el receso, María me puso una nota diciendo que la siguiera, claro que yo lo hice, no me iba a resistir ante tal cosa, así que la seguí, por alguna razón los baños estaban solos, lo cual me pareció extraño ya que, bueno, ya había sonado la campana, después de entrar y antes de preguntarle qué quería, Sally y Fiona cerraron el baño y me agarraron de los brazos, claro que traté de soltarme pero la desquiciada de María me soltó un puñetazo en el estómago, estaba a punto de caer al piso, eso me hizo sentir enojada, cuando ella me agarró de las púas y me dijo que Shadow era suyo, total, yo me comencé a reír y ella me soltó, supongo que se asustó o algo, me quiso dar una patada, las otras dos también quisieron hacerme algo, pero retuve el pie de María y le lancé el martillo a las otras dos, no me arrepiento, le dejé moretón a María y las otras dos cayeron desmayadas, el enojo me hizo olvidar por completo que había perdido el aire, le advertí unas cosas, salí del baño, casi me caigo, alguien me cargó hasta la enfermería y resultó que ese alguien era Sonic, el desgraciado me besó después de decirme que "todavía me ama", y ahora estoy hecha un caos interno porque no entiendo por qué lo hizo.

-Vaya, por primera vez me quedo sin palabras, ni yo sabría decirte por qué Sonic habrá hecho tal cosa, aunque por otro lado... Bueno, como sea, no debió haberlo hecho, ¿entonces por eso saliste antes? Te has vuelto muy fuerte, sin duda alguna, aunque antes también lo eras.

-Silver, siento una opresión en mi pecho, ha pasado mucho y ni siquiera puedo asimilar completamente lo que pasó con Knuckles, no puedo con todo, sólo soy una adolescente...

Las lágrimas amenazaban con salir nuevamente, sentí los cálidos brazos de Silver rodearme, me quería contener, no quería llorar más, pero sabía que me haría daño no soltarlo, por lo que simplemente escondí mi cara en su esponjoso pecho y dejé que mis sentimientos salieran, sentí sus manos recorrer mis púas y poco a poco me sentí más tranquila.

-No sabes cómo me duele escucharte llorar, pero me alegra mucho que no te lo guardes, no quiero hacerte llorar de nuevo, pero.. ¿Qué pasó con Knuckles?

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