Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Ocho

                               Hyeri;

—En cualquier momento nos matas del corazón —suspira Aisha mientras me daba un abrazo. Sonreí cortamente respondiendo a este.

—Lo siento —murmuré.

—Nos asustaste mucho —suspiró Yirem—. Menos mal que estás bien.

—¿Quieren algo de tomar? —las miro sonriendoles.

—Jugo —pidió Aisha y Yirem asintió. Las dos me siguieron a la cocina y se sentaron en los taburetes mientras yo me dirigía hacia el frigorífico para sacar una jarra de jugo.

—Ri, debes de tener cuidado a partir de ahora. Siempre trae el celular en la mano, y si llegas a ver algo sospechoso llamas inmediatamente a la policía —me mira Yirem.

Me senté en uno de los taburetes y vertí el jugo en diferentes vasos. Uno para cada una y las miré una vez les entregué la bebida.

—Lo haré —les aseguré—. Dios...‐suspiré- si no fuera porque realmente necesitara el dinero.

—Está bien. Necesitas el dinero. Y nosotras lo entendemos, pero tu seguridad es más importante Ri —Aisha me mira—. Dios. Que horrible lo que pasaste.

—Y además de eso...amanecer en casa de Jeon Jungkook...

—De hecho, gracias a él ¿no?. Que apareció justo en ese instante —dijo Aisha sonriendo ampliamente—. Justo como un príncipe...

—Estás llena de novelas románticas en la cabeza, Aisha —niega Yirem.

—No importa si tengo novelas en la cabeza o no, la pregunta es para Hyeri. ¿Cómo es él?. ¿Eh?.

—Peligroso —dije mirándola.

—Pero un guapo peligroso —dijo ella sonriendo.

—Ya...—murmuré pensando en él sin poderlo evitar y en su mirada, que lograba ponerme terriblemente nerviosa.

—Venga. Él no puede ser tan malo —Aisha arquea una ceja y humedecí mis labios para responder.

—¿Por qué seguimos hablando de él?. Mejor cambiemos de tema —suspiré.

                            Jungkook;

Me senté en la mesa de el comedor, y la empleada terminó de servir la comida y al finalizar me dedicó una reverencia antes de salir del lugar. Abro la laptop, y en seguida me comunico con Jin a través de una llamada, mientras al mismo tiempo, me dispongo a cenar.

—Buen provecho —dice Jin divertido una vez estamos en contacto.

—Gracias —sonreí—. ¿Y bien?. Ponme al día con lo que tienes.

—Estaba revisando el sistema de el banco —dice él bajando los auriculares—. ¿Y adivina que encontré?.

—Te escucho —dije con mi atención puesta en él mientras masticaba la carne.

—Hubo una transación grandisima de dinero la semana pasada. Dinero que vino de China —sonrió Jin—. Y estuve pensando, y dije, si será hijo de puta el director de ese banco.

Sonreí de lado.

—Vaya —mastiqué despacio y humedecí mis labios—. Supongo que debería ir a hacerle una visita a Min Jung. Y le llevaré un regalo también. Ya que ha sido un largo tiempo —murmuré—. Está bien, Jin. Gracias por la información.

—De nada Jeon. Pasa buena noche —nos despedimos y cerré la laptop.

Min Jung...

No sabes en que tipo de problema te has acabado de meter.