Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Veintiseis

                          Jungkook;

Observé como JaeYoo, bajaba las escaleras a pasos rápidos en el momento que se enteró de mi presencia en el lugar. Y sobre todo, que andaba detrás de él.

—¿Vas a dejar que huya? —pregunta Taehyung atónito a mi lado.

—Solo quiero verlo correr. No va a escapar —dije levantándome de el sillón y bajando las escaleras en los continúos minutos, sabiendo que Jimin y Taehyung venían detrás de mi al momento.

Me puse el auricular, y dí órdenes estrictas de no dejarlo escapar. Park y Kim se dispersaron por medio de la disco, y yo comencé a atravesar esta bien relajado, en el camino encontrándome con un camarero, del cuál tomé una copa de champán dando un buen sorbo y dejando que la bebida me refrescara la garganta.

—Ha salido del lugar —me informan.

Dejé la copa en la barra, comenzando a caminar y sacando dentro de uno de los bolsillos de mi pantalón una cajetilla de cigarros, sacando un cigarrillo y prendiendo este para calarlo, y expulsar el humo mientras salía por una de las puertas de seguridad. Que era, por donde había salido JaeYoo.

—¡Sueltenme! —exclama, enojado. Pero deja de forcejear en el momento que me vé.

—Ha sido mucho tiempo ¿no? —pregunto, calando una vez más mi cigarrillo.

El me mira serio.

—¿Que quieres?. Dejame decirte, que salí de la cárcel hace poco. Y no he hecho nada contra ti. Y tampoco tengo pensado hacerlo —continuó diciendo.

—Es bueno saberlo —dije, falsamente—. Porque de hacer lo contrario, a lo que has dicho anteriormente, no creo que puedas siquiera pasar años en la cárcel. Porque los pasarías en una lápida. Muerto.

Presionó sus labios. Y lo ví tragar.

—¿Entonces que?. ¿Que quieres? —preguntó.

—La verdad es que-

—¡No voy a ir a ningún lado contigo! —por alguna rara razón, me estremezco cuando escuché esa voz.

Porque no tarde nada, en reconocerla.
Y en saber, de quién se trataba.

Obvié a JaeYoo, y ante la mirada confundida de los presentes, y la clara confusión de Tae y Jimin, me alejé de allí, para rodear un poco el lugar, y encontrar algo, que no sé como de milagro no me explotó una vena.

Me costó, analizar que se trataba de Hyeri.
Pero me costó aún más, asimilar el hecho, de que un imbécil que no se de donde mierda había salido, la estaba arrastrando a la fuerza hacia un coche cercano.

Tiré lo que me quedaba de cigarro en el suelo y fui con zancadas largas hacia el lugar. Tomando al chico por la chaqueta que usaba jalandolo.

—¿Que mier-? —se giró a verme, enojado.
Hyeri me miró, y observé su confusión en su rostro. Pero más que eso, como estaba temblando.

—¿Que crees que haces? —iba a tratar de ser amable. Por una vez en mi vida, lo juro.

—¿Y a ti que mierda te importa? —gruñe él.

—Me importa mucho —contesté serio—. Quita tus manos de ella, ya.

Él rió.

—¿Pero que clase de payasada es esta? —dice en sarcasmo—. Mira tío. Desaparecete de-

—No me hables tan formal que tu no me conoces —lo tomé del cuello, jalandolo hacia mi, y apartandolo de Hyeri.

—H-hey calmate un poco —dice entonces temblando—. ¿Hyeri, él es tu novio?. N-no me lo habías dicho. Si hubiera sabido eso-