Cinco

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Hyeri;

¿Diez? ¿Quince?.
Ni siquiera sabía cuantos minutos llevaba viendo "mi uniforme". No me lo había probado, pero solo con mirarlo ya sabía que me quedaría ajustado y que me daría por la mitad de los muslos. Trague fuertemente y arrasqué mi frente. Con un suspiro me metí al baño y me duché rápidamente, y luego, en contra de mi misma voluntad me puse ese uniforme.

Intenté jalarme un poco la falda, a ver si me cubría tan siquiera después de los muslos, pero la verdad es que no lograba absolutamente nada. Solté un suspiro y me puse unos zapatos altos color negro. Y por ultimo tomé un blazer gris que me daba por encima de las rodillas. Lo suficientemente largo para que nadie se imaginara el tipo de ropa que justo en este instante traía.

Abroché los botones y saqué mi pelo. Tomé mi cartera, y entonces una vez lista, sali de mi departamento.

Si de día, el lugar daba mala pinta, de noche era el doble. Tuve que hacer oídos sordos por las obsenidades que escuché de unos cuantos hombres. Tuve que ignorar las miradas curiosas, y en fin. Solo pedía en este momento tener un poder de teletransportación que me permitiera ir directo a mi hermano y matarlo por esto que me estaba haciendo pasar.

Y pensar...que tendría que hacerlo durante mucho tiempo, no me animaba en lo absoluto.

Cuando llegué al lugar -era un poquito antes de que abriera-, ya todo estaba preparado, y habían unas cuantas chicas sentadas en los taburetes de la barra que me miraron en seguida.

-Es la nueva -aclara Daisy que también usaba un vestido igual que el mío. Supongo que trabajaríamos juntas.

-Hola -saludo, algo cohibida.

-Bien pensado lo de ponerte un blazer -dica una que mascaba chicle-. Capaz ni hubieras llegado viva si te ven en uniforme.

-No la asustes -responde otra y presiono mis labios.

-Bien chicas -dijo apareciendo el señor Hwan (el dueño del lugar; mi jefe)-. Ya casi abrirán. Espero buenas ganancias ¿esta bien? -sonrie con malicia.

Las chicas le hacen muecas, pero el no deja de sonreír. Y se acerca a mi. Doy unos pasos hacia atras tratando de mantener la distancia.

-Hoy es tu primer día, y, si todo va bien, recibirás un salario extra -comienza a decir.

-Esta bien -me limité a decir.

-Atiende bien a los clientes. ¿Si, criaturita? -presiono mis labios y sonrio forzosamente cuando dá pequeñas palmaditas en mi mejilla y entonces se dirige a su oficina canturreando.

-Créeme. Ya te acostumbraras -dice Daisy-. Mejor quitate ya el blazer. Abriremos ya.

;;;

-Gracias...delicia -me sonríe un hombre mirando mis piernas y trato de no darle con la bandeja en la cabeza.

-Disfrute -y me voy de ahí a pasos rápidos. Pongo la bandeja encima de la barra sin poderlo evitar haciendo un poco de ruido.

-¿Estás bien? -me pregunta Daisy alzando una ceja.

-¿Cómo...aguantan esto? -pregunto entre dientes-. Esos hombres son unos asquerosos.

Daisy soltó una risita de lado y asintió.

-Lo son. Pero nosotras somos trabajadoras. Ellos clientes. Y por lo tanto, cero quejas -dice como si cerrara una cremallera-. Así que si quieres el empleo, y tu dinero, no digas nada.

Tragué fuertemente y entonces tomé los vasos de cerveza poniendo estos en la bandeja y me dirigí hacia una mesa. No aguantaba esto. Y solo era el primer día de trabajo. No es que me molestara trabajar, servir mesas, atender. No. Claro que no. Mi maldito problema era tener que lidiar con los asquerosos de mierda que parecían que te querían quitar con los ojos el vestido este de muñeca que supuestamente era un uniforme.

Me tomé un pequeño descanso, y me dirigí al baño, para mirarme frente al espejo. Y decirme varias veces, que debia aguantar. Solo hasta poder pagar la dichosa deuda de Sung. Solo tenía que aguantar hasta ese momento.

Jungkook;

Taehyung entró a mi oficina y dejó caer un sobre a mi mesa, el cual tomé y sujetando entre mis labios el cigarrillo saqué lo que estaba dentro de el sobre; muchas fotos.

-Ese es Xiao Ying. Jimin me dijo que te trajera la información. ¿Cuál es el siguiente paso? -preguntó.

Comencé a ver las fotos detenidamente y eran unas diez más o menos. En esta se veía un hombre de mediana estatura, gordo, con barba y unos cuantos tatuajes. Salía de un auto, caminaba, o simplemente en un bar bebiendo y con mujeres a su alrededor.

-Estuve investigando, y va mucho al barrio Woosul -mostró una foto en el lugar-. No sé si es que está residiendo ahí o simplemente se siente en compañía de todos los vagabundos que andan en ese barrio.

Miré la foto observando algo que llamó mi atención. Quite el cigarrillo de mi boca sosteniendolo con una de mis manos, y hablé: -¿Que es esto? -pregunto señalando.

Tae se inclina viendo y frunce su ceño.
-Es el club de Hwan -responde-. Se llama Body Happy.

-¿El mismo Hwan que conozco? -alcé una ceja.

-Mhm. Hace algunos meses regresó de Suecia y abrió este negocio -explicó Tae encogiéndose de hombros.

Comencé a revisar otras fotos, encontrando el detalle que necesitaba.

-Va al club -dije casi más para mi mismo-. Es decir....que posiblemente vaya todas las noches.

-Según Jimin me dijo también siempre anda con mujeres mucho más jóvenes que él -responde Tae-. En cualquier lugar. Anda con una o dos.

-Entonces este club es el punto exacto que necesito para deshacerme de él -murmuré; aunque Kim me había escuchado.

-¿Entonces que hacemos? -preguntó él.

-Lo esperaremos fuera del club. Y le daremos un sustito -sonreí de lado observando al hombre en una de las fotos-. Ni siquiera va a querer regresar a Corea. Digo...si es que piensa regresar.

-¿Irás con nosotros?. Aunque podemos encargarnos fácilmente de todo -habló él.

-Lo sé -asentí-. Pero esta vez quiero estar presente. Ustedes vayan adelantandose. Yo iré dentro de un momento.

-Está bien -asintió y entonces salió de mi oficina. Volví a mirar las fotos, antes de guardarlas una vez más en el sobre.



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Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora