Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Cincuenta y siete

                 Jungkook;

Taehyung y Yoongi habían viajado a China. Pues desde ayer comenzaba el plan preparado contra Xiumin. Jin se encontraba en mi oficina concentrado en su mejor fuerte; la informática. Me sentía muy ansioso por lo que pasaría dentro de algunas horas. Estaba completamente seguro de mis planes, coordenadas, objetivos precisos.

Entre estos, ayudar a la hermana de Félix.

—El sistema ya ha sido estructurado —me miró Jin—. Yei Yang me ayudó muchísimo. Ya tenemos todo, como queremos y donde queremos.

—Muy bien —dije confiándome más.

La puerta se abre y Jimin entra.

—Acabé de hablar con Yoongi y dice que todo está completamente preparado. En la noche, se dá el golpe.

—Me parece bien —aseguré jugando con uno de los anillos en mi mano—. Por favor. Quiero seguridad y precaución extrema con Félix y con la chica ¿vale?. Dí mi palabra y no pienso que nada salga mal.

—No te preocupes. Todo irá de acuerdo al plan —me aseguró Jimin e inspiré profundamente asintiendo.

—Eso espero —murmuré más para mi mismo.

                 Shángai, China.

                       Escritora;

Xiumin recorría con pasos decididos por el inmenso y lujoso pasillo de uno de los más grandes edificios de la ciudad. Siempre había tenido ese porte de hombre elegante, con gracia. Y, aparentemente muy astuto.
Abrió las puertas de la gran oficina. Que era la suya, por supuesto. De hecho, ese edificio gigante, con una estructura preciosa y que desprendía 'dinero' por todos lados, era único y exclusivamente de él.

—Dime que hay buenas noticias —comenta el pelirojo (Xiumin) caminando hacia su silla predestinada mientras se quitaba su saco.

Sung, quién venía detrás de él sonrió de lado.

—Lavaremos ese dinero en un chasquido de dedos como siempre hemos hecho —aseguró el peli negro. Y que poseía una sonrisa casi indéntica, a la de su hermana.

Xiumin ante aquello, suspiró, sonriente.

—Me alegra escuchar eso —confesó orgulloso y moviendose en su silla mientras se giraba y observaba el cristal de pared que daba una vista encantadora de la ciudad china—. Tengo taaantas ideas luego de esto. Y bueno dime –se levanta entonces. Volviendo a ver el chico–. Luego de aquella...trampita que le hicimos a mi querídisimo Jeon, ¿él no ha hecho nada? ¿No ha llamado, u algo?.

—No. Y me resulta muy raro, de hecho —dijo Sung.

—Lo sé —asintió el peli rojo—. Pero no me dá miedo Jungkook. En China el nunca, logrará hacer nada.

—¿Estás seguro?.

—Totalmente —dijo Xiumin, con una sonrisita.

—Espero que no hayas olvidado nuestro trato —habla Sung. Captando la mirada de Xiumin, que lo mira.

—Claro que no, mi querido amigo Sung —dijo él sonriendo—. Los dos tendremos nuestras cosas. Pero poco a poco. La prisa nunca es buena –guiñó un ojo confiado.

                       Hyeri;

Observé a Aisha salir del vestíbulo mientras usaba un vestido color pastel muy fino, y con detalles elegantísimos.

—Ese está lindo —opina Yirem.

—Mhm. Y te queda muy bien —añadí yo de acuerdo con la anterior.