Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Cincuenta y seis

                       Hyeri;

—Ay pero que hermosa estás —dice mi madre mientras acunaba mi rostro. Le sonreí divertida.

—Estoy feliz de que hayan venido —dije sonriéndoles.

—Hubiéramos querido venir más temprano pero tuvimos problemas en el transporte —me sonríe mi padre triste.

—No importa —les sonreí yo—. Lo importante es que vinieron.

—Y es hora de, almorzar —añade mi mamá y sonreí.

Los tres nos sentamos a la mesa y mi mamá se encargó de servirme todo lo preparado. Me sonrió y esperé que ellos se sirviesen también para agradecer por la comida y luego comenzar a comer.

—¿No te pusiste nerviosa? —me pregunta papá. Sonreí y asentí.

—Muchísimo —confieso—. Pero creo que mis nervios aumentaron más cuando esperaba por el resultado –confesé–. Aún así estoy aliviadísima porque cogí todos los puntos.

—Estamos muy orgullosos de ti Hyeri —me dijo mamá extendiendo su mano a mi pelo donde acrició suavemente; le sonreí—. Tu hermano...estoy segura de que también estaría feliz por ti –hace una pequeña mueca triste–. Donde quiera que esté.

Y me lastimó no haberle dicho la verdad. O al menos decirle lo poco que sabía de Sung. Pero no podía. O al menos no ahora ni en este momento. Me incliné hacia ella y besé su mejilla para sonreírle.

—El está bien —dije para tranquilizarla. Ella suspiró, asintiendo con un suspiro no tan convencida.

—Eso espero —me sonrió algo triste.

Pasé el día completo pegada a mi papá. Mamá se puso -como siempre- a hacer limpieza. Cuando claramente estaba todo limpio ya. Pero bueno, ella era así. Sin embargo no podía dejar de estar feliz por estar con ellos. Los había extrañado tanto.

                       Jungkook;

Jin tecleó algunas cosas en la laptop permitiendo que se descargara un sin fin de información que necesitaba. Observé como los documentos, carpetas y archivos iban guardandose con toda la información contenida.

—Sé que soy el mejor en esto —halaga él y sonrío levemente asintiendo aún viendo la pantalla de el ordenador.

—Lo eres, la verdad —aseguré.

—Todo se está guardando como debe de ser. Con toda la información que quieres y necesitas. Dentro de media hora tendremos todo lo que necesitamos —aseguró—. Y prepararé un programa de respaldo para tener copia. Por si acaso –explicó.

—Me parece bien —asentí.

—Si quieres puedes irte ya. A penas termine aquí te envio todo y me encargo de dejar todo cerrado —me mira.

—Esta bien —asentí—. Estoy un poco cansado. Me apetece una buena ducha y algunas horas de sueño.

—Ve entonces. No te preocupes —me sonríe.

—Gracias.

Comienzo a coger mis cosas, y me pongo primeramente el blazer, antes de irme completamente.

—¿Y las cosas con Hyeri? —Jin pregunta. Haciéndo que lo mire.

—Igual —dije yo cogiendo mi celular y guardandolo en uno de los bolsillos del blazer.

—¿Por qué eres tan orgulloso, Jungkook? —me mira—. No intentes aparentar que no quieres verla.

—No lo aparento —confesé—. Me muero por verla –dije con un suspiro pasando mi mano por mi pelo–. Pero...no es fácil.