Veintiuno

10.8K 800 123
                                    

                        Hyeri;

Levanté mi mirada, dispuesta a irme, hasta que ví a Jungkook justo arrecostado a la pared de la cocina mientras me analizaba con su mirada fija encima de mi. Vestía de negro; un suéter con las mangas por los codos y un pantalón puma. Su pelo perfectamente hechado hacia un costado y sus ojos curiosos analizando cada uno de mis más mínimos movimientos.

De verdad que cuando venía en el auto en dirección hacia la casa me fui preparando mentalmente para verlo, y actuar como si nada. Pero justo en este momento, justo ahora que lo tenía frente a mi, a una pequeña distancia, y con su mirada fija en mi, eso habia pasado a un plano y el tratamiento que quise darme para actuar con normalidad, no pude llevarlo a cabo al tenerlo allí.

—Por un momento dudé el que pudieras estar aquí —dice entonces desde su lugar aún mirándome de la misma forma.

—No es como si tuviera de otra —murmure pero sabía que el me había escuchado. Caminé para salir, o bueno, intentar salir de la cocina, pero el extendió uno de sus brazos, poniendolo justo en el medio frente a mi, evitando que pasara.

—No puedo entender porque tanto sentimiento negativo hacia mi —habló. Miré hacia otro lado presionando mis labios y sujetando con fuerza la bandeja tratando de que no se diese cuenta de los rídiculos nervios que facilmente lograba causar en mi.

—¿Me dejas pasar? —pregunto seria y sin mirarlo. Tratando de alejar cualquier contacto visual. Sobre todo si él estaba tan cerca como lo estaba ahora.

—Mirame —pide. Presiono mis labios con fuerza pero no lo hago.

—Es tu casa, tu fiesta y estoy en tu cocina. Pero estoy trabajando así que-

—Solo quiero que me mires. Y de verdad te dejo pasar —vuelve a decir y trago fuertemente intentando calmar los latidos que habían empezado a desenfrenarse en mi corazón.

Tomé una respiración y entonces lo miré.

Y odié. Juro que odié lo que sentí cuando lo miré. Cuando el me miró.

Cuando nos miramos.

La mirada que encontre en el momento que lo observé. Cuando hicimos contacto visual y sus ojos cafés que parecían tener una galaxia dentro de ellos, captaron mi atención. Su perfecto rostro, los lunares que adornaban este pero sobre todo el de abajo de su labio inferior que era el más llamativo. Todo en este hombre era perfección. Todo lo que causaba en mi con su mirada, no era normal. Y temía que con esa mirada tan profunda que me dedicaba (y que me estaba dedicando ahora), podía leer todo lo que pensaba, saber lo que sentía, como me sentía. Así que decidí parar eso.

—¿Ya? —pregunté entonces cuando pude formular respuesta y gracias a Dios mi voz no salió baja, ni como si estuviera nerviosa. Que era justo como estaba. Pero el no debía darse cuenta.

No aparté la mirada. Y él tampoco lo hizo. Y la verdad es que mientras lo miraba me preguntaba que estaba pensando.

Observé como movía su lengua y jugaba con su piercing. ¿Que intentaba provocar con eso?. Porque haciendolo a propósito, o no, era demasiado para mi situación actual.

—De verdad no te imaginas lo que provocas cuando me miras de esa forma —murmura él.

Y eso que pensaba que yo era la única.

Porque el tampoco tenía idea de lo que provocaba con la suya.

—Pues no lo sé. Y tampoco lo quiero saber —respondí. Y si quería. Quería saber que estaba pensando él cuando me miraba así. Si quería decirme algo, -que era lo que parecía-. Sin embargo, una parte de mi se rehusaba a acceder ante lo que yo sentía. A acceder ante él—. Ahora...dejame pasar. Por favor –pedí. Aún mirándolo.

Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora