Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Catorce

              Jungkook;

Bajé del auto, y aparté mi pelo hacia atrás. Bajé un poco mis gafas acomodandolas sobre el puente de mi nariz y mascando un chicle entré al lugar. Toqué la barra esperando pacientemente mientras tres de mis hombres me custodiaban.

—Estamos ce-  —una chica salió del lugar que debía ser la cocina y pestañeó seguidamente mientras me miraba—. S-señor Jeon Jungkook.

—¿Hwan está? —pregunté obviando su cara de asombro. Ella pestañeó varias veces al parecer en shock por mi presencia.

—S-sí. Está allá arriba. ¿L-le aviso que usted vino? —pregunta aún sorprendida mientras me miraba.

—No. Yo le daré la sorpresa —dije y me dirigí a las escaleras que sé que dirigían a su oficina.

Dos de mis hombres se quedaron abajo, y uno se mantuvo en la puerta. Sin siquiera llamar o pedir permiso entré a la oficina. Encontrando a Hwan sentado felizmente en su silla y dispuesto a tomarse un trago, pero en el momento que me vé la copa se le vota en toda la camisa y hasta se le cae al piso porque empieza a temblar justo en ese momento.

—J-Jeon J-Jungkook —dice tartamudeando y se levanta.

—¿Bebiendo en el trabajo, Hwan? —alcé una ceja mirándolo.

Negó con una sonrisita y lograba darme cuenta de lo asustado que se encontraba. Continué mascando el chicle sin dejar de mirarlo. Sabía que estaba asustado hasta los huesos.

—N-no. S-solo me estaba dando ese traguito. Es que y-ya sabes. Atender este club es muy díficil —dice tartamudeando; aún nervioso.

—Sí. Me imagino —asentí despacio y aparté una silla para sentarme. Le indiqué su asiento—. Por favor sientate. Vine a conversar contigo –dije aparentando amabilidad.

—¿C-conversar? —dice sonriendo y por poco choca con una pequeña mesita antes de sentarse completamente en su silla detrás de la la mesa—. ¿D-de qué querría conversar el gran Jeon Jungkook conmigo? ‐toma una servilleta y se limpia la frente ya que hasta había comenzado a sudar.

—Pero ¿por qué tan nervioso?. Por favor, calmate —le dije amablemente con una sonrisa. Y creo que eso era lo que más lo asustaba. Tragó fuertemente y dió pequeños golpesitos con sus dedos encima de la mesa. Tragó.

—Y-yo ya te pague todo, Jeon —dijo continuamente. Alze una ceja.

—Lo sé —asentí.

—¿Entonces...p-por qué vienes? —pregunta.

—Mhm —humedecí mis labios y miré al alrededor dando a tiempo a que le diese mas nervios y se asustara mas, si es que era posible—. Kim Hyeri –dije finalmente luego de unos minutos en silencio. Y lo miré serio.

El alzó una ceja.

—¿K-Kim Hyeri? —preguntó confundido.

—Tu reciente empleada —expliqué relajando mi espalda en el respaldo de la silla y cruzando mis brazos mientras lo miraba fijamente.

—Ahhh. Kim Hyeri —asiente y arrasca su nuca—. E-ella ya no trabaja aquí.

—Lo sé —dije yo—. ¿Por qué la despediste?.

—E-ella no era muy buena, que digamos —soltó una risita nerviosa.

—Odio las mentiras —apoyé seguidamente mi brazo en el reposabrazos de la silla y dejé mi mentón encima de mi mano hecha un puño mientras lo miraba—. Voy a preguntar de nuevo. ¿Por qué, la despediste?.