Cuarenta y tres

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                                 Hyeri;

Me le quedé viendo a Jungkook cuando dijo que ahora era diferente el que yo viviera sola porque estaba con él. Y extrañamente entendí a que se refería con eso, que era lo que me quería decir y sobre todo, estaba consciente de la verdad que existía detrás de sus palabras. Humedecí mis labios, dejando salir un pequeño suspiro de mis labios; coloqué varios mechones de mi pelo  detrás de mis orejas.

—¿Que estás pensando? —pregunte entonces mientras nos mirábamos fijamente—. ¿Pondrás tus oranguntanes a cuidarme la puerta, el ascensor?. O mejor dicho, ¿el edificio completo?.

—Estamos hablando de un asunto serio y ya tengo ganas de reírme —soltó una risita mirando hacia otro lado mientras negaba divertido.

Fruncí mi ceño confundida sin entender que dije que fuese gracioso.

—¿Que dije que te dió gracia? —cuestioné alzando una ceja.

—"¿Mis orangutanes?" —respondió y pestañee varias veces mientras me miraba divertido y con una sonrisita en sus labios.

—Mhm —asentí—. Todavía me acuerdo del que me siguió hasta que llegué al departamento. ¡No puedo creer que me hayas puesto un post it en la frente! –exclamo y el suelta una pequeña carcajada que inundó la cocina-comedor y, siendo completamente sincera fue agradable y tan dulce escucharlo reír de esa forma.

—Te veías adorable, cariño —dice entre risas sin dejar de mirarme.

—Sí sí. Lo que tu digas —suspiré resoplando y cogiendo los palillos para comer de la carne preparada.

Él se inclina, a mi lado y lleva su mano a mi pelo acariciando a este.

—Supongo que no te gusta que un "orangutan" te siga ¿no? —siento su tono divertido y lo miro. Tratando de estar seria o aparentar que me sentía siquiera enojada. Pero viéndolo tan alegre y con una sonrisa tan divertida y contagiosa en sus labios lo único que terminaba logrando era que me enamorara mas de lo que de por si ya estaba.

—Supongo yo —comienzo a responder a su pregunta—...que lo haces para cuidarme ¿no? –indago mientras nos mirábamos fijamente.

Él asiente.

—Lo hago por eso —reconoce—. Y no puedes enojarte. Porque lo único que quiero es que estés bien. Y estés a salvo. Y aunque me cueste decir esto lo diré. Pero siendo sincero conmigo nunca lo vas a estar. Y por eso, tienes que dejar que te proteja. Porque así si te cuido, también te expongo al peligro. Y no quiero, de hecho, odio pensar en ti lastimada. Y es más doloroso, si ocurriera por mi culpa. Así que no me señales por algo que necesito hacer y quiero hacer.

Lo miré. Y entendí. De verdad comprendí sus intenciones y su forma de actuar. Y aunque aún no estaba acostumbrada (y de hecho no creo que lo estuviera algún día), iba a intentar se comprensiva por él.

—Solo te advertiré una cosa, Jungkook —dije, mientras llevaba una mano a su mejilla y apoyaba suavemente la palma de mi mano sobre esta sin dejarlo de mirar—. Escúchame bien porque no lo voy a repetir –pauso, antes de continuar mientras sus ojitos me miraba fijamente observándome con atención–. Jamás, se te ocurra romper conmigo porque según tú, corro peligro si estoy a tu lado. Asi que si un día se te ocurre una frase como: "—No podemos estar juntos porque terminarás lastimada", táchala. Porque yo no la voy a escuchar y, tampoco la voy a obedecer. Eso es, por si se te ocurre decírmelo como una orden. ¿Me prometes que nunca me dirás algo así?.

—¿Con eso raro de pinkie promise?.

Solté una risita y asentí mostrando mi meñique.

—Con eso raro de "pinkie promise" —confirmé.

Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora