Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Veintinueve

                         Jungkook;

—¿Aceptas o no? —pregunté mirando a Jaeyoo quién aún me observaba con desconfianza. Y de hecho, no lo juzgaba por tenerla.

—¿Puedo saber que ganaré con esto? —preguntó a cambio.

—Sabes lo bien que pago. Y la cantidad con que lo hago —continué—. De ti queda pensar bien y, analizar si te conviene o no. Que sabes que sí. Y que además de eso, te irá muy bien.

—Sólo será una semana ¿verdad? —alza una ceja.

—Una semana —afirmé asintiendo.

Él presionó sus labios y lo miré fijamente. Porque estaba más que seguro de su respuesta. Asintió entonces.

—Está bien. Lo haré —dijo.

Sonreí cortamente solo presionando mis labios.

—Ya veo que eres un hombre muy inteligente —dije.

—Pero pediré seguridad. Y no es solo con respecto a mi vida. También seguridad ante la cárcel. No pienso ir preso nuevamente —sentenció. Asentí.

—Todo asegurado —asentí—. Tendrás seguridad en ambos aspectos. Puedes confiar.

Taehyung se puso a mi lado, mientras ambos veíamos a Jaeyoo irse en un auto que le había acabado de asignar. Mi celular vibró y observé que se trataba de un mensaje de Jin.

Seokjin:
Ya está instalado el programa de vigilancia.

Sonreí y le mostre el mensaje a Taehyung a mi lado. Este alzó una ceja y soltó una pequeña sonrisa ladina. Asintió.

—Esto va a ser divertido —comentó el—. Y aún no puedo cree que Jaeyoo haya aceptado.

—Yo si sabía que lo haría —respondí—. Y siendo sincero, él hará bien el trabajo.

—Si tú lo dices —asintió Kim a mi lado.

Mi celular comenzó a sonar interrumpiendo. Miré la pantalla y se trataba de Jimin. Deslicé el ícono aceptando la llamada colocando mi celular en mi oreja.

—Dime —digo al atender.

—Te voy a decir algo pero no te enojes.

Alcé una ceja.

—Depende —fue mi respuesta.

—Odio ese depende —bufó.

—Vé al grano —exigí.

Lo escuché soltar un suspiro. Y ya comenzaba a exhasperarme tanto silencio y misterio por parte suya.

—Hyeri me va a ayudar —soltó entonces.

Me quedé analizando lo que había acabado de decir.

—¿Hyeri, que? —pregunté tratando de no profundizar lo que había detrás de esas palabras.

—Lo que escuchaste —dijo Jimin—. Nuestro objetivo está aquí. Y Hyeri va a ayudarme.

—¿Que...?. ¿Que mierda hace Hyeri en el club? —inspiré profundamente.

—Trabajando, supongo —responde Park irónico.

—¿Pasa algo? —Tae me pregunta preocupado.

—¿Quieres que te vuele los cesos, Park Jimin? —gruñí entonces mientras sentía la sangre calentarse dentro de mi cuerpo como si fuera un volcán a punto de explotar y arder en llamas incendiando todo a su alrededor—. Ni se te ocurra meter a Hyeri en nuestras cosas.