Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔

Cincuenta y cuatro

                              Yirem;

Cerré la puerta del departamento de Hyeri, y Aisha y yo nos adentramos al ascensor. Presioné el número de la planta a la que nos dirigíamos y las puertas comenzaron a cerrarse. Mi amiga suspiró, arrecostandose a la pared con sus brazos cruzados y pensativa.

—Me preocupa Hyeri, Yirem —dice levantando su cabeza para mi.

—Lo sé —respondí suspirando—. A mi también.

—Ella quiere aparentar que está bien, que la pelea con Jungkook no le afectó nada pero está claro que no es así —continuó ella—. Además...el tema con su hermano la está afectando muchísimo.

—Todo se ha liado de mala manera —murmuré yo—. Pero ¿que vamos a hacer? No está en nuestras manos nada de esto. Jungkook y ella son los que tienen que hablar. Y llegar a alguna solución.

—Si es que hay —murmura Aisha.

—¿Crees que peleen definitivo o algo así? —pregunte temerosa y un poco preocupada por Hyeri—. Desde que somos amigas de Hyeri, no creo que hayamos conocido algún hombre que la haya hecho tan feliz como lo estaba haciendo Jungkook. Siendo sincera, me preocupa que esto pueda marcarla.

Aisha negó.

—Esperemos que solo...sea un hueco en el camino y que se pueda solucionar —las puertas se abren. Y salimos del ascensor comenzando a caminar a la salida—. Hay mucha atracción entre ellos. Creo que aunque estén super enojadísimos se terminarán buscando.

Asentí despacio y entonces nos detenemos.

—¿Que vas a hacer ahora? —me mira curiosa Aisha.

—Nada —sonreí divertida—. Creo que llegare a la casa, estudiaré y vere alguna que otra película aburrida antes de dormir.

—Noooo —negó ella, haciendo drama como siempre—. Amiga, estás conociendo a un chico super atractivo que se llama Taehyung, si mal no recuerdo -su comentario me hizo sonrrojar- ¿y vas a ponerte a ver una aburrida película?. ¡Deberías llamarlo!.

—No lo sé —negué algo avergonzada—. Me dá verguenza.

—Pero..¿como que verguenza? —me mueve por los brazos—. Se ve que le gustas. Estoy segura de que lo que más quiere es que le escribas o algo. Ay Yirem –suspira ella–. No te enamoras desde el año medio de la prepa. ¡Es hora de que conozcas el amor, mi vida!.

—Ya...—reí divertida y negando ante sus ocurrencias—. ¿Y tú?. ¿Que conoces tanto del amor? –digo imitando sus palabras–. ¿Que harás?.

—Pues yo —dice como diva y con una sonrisa resplandeciente en su rostro—. Voy a salir con Jimin.

—Oh —dije sorprendida y ella me señaló.

—Anota y sigue mis consejos.

—Si sí —reí.

Luego de despedirme de Aisha me encaminé hacia mi casa. En el fondo me sentía un poco cansada así que lo que más me apetecía justo ahora era estar acostada en mi cama.

Comí con mis padres teniendo una -para mi siempre-, cena agradable. Siempre pude disfrutar de ello y si había algo que adoraba era cenar con mi familia.

—¿De verdad que no?. Puedo ayudarte —miro a mi mamá, que me fulmina con la mirada.

—Ve a descansar Yirem. Anda —me dice.

—Bueeeno.

Me despedí de ella y de mi papá y me dirigí a mi cuarto.

Dí unas cuantas repasadas a mi tesis. Estaba ya preparada y me sentía lista para exponerla.