Dieciocho

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                     Hyeri;

Cerré la puerta detras de mi, y a pesar de que intenté no hacerlo, todas las palabras intercambiadas con Jungkook abordaron nuevamente mi cabeza y mis pensamientos.

—Quiero todo de ti. Eso dije —me había dicho él.

—No se a que intentas jugar...—suspiré—. Pero ya basta –dije dispuesta a irme pero el me había atraído hacia el rodeandome con sus brazos. Y yo me quedé en un bucle en el momento que lo tuve tan cerca.

—No juego a nada. No contigo —dijo mientras me miraba. Lo miré, un poco asustada. Por todo lo que comenzaba a sentir. Él se dió cuenta—. ¿Me tienes miedo?.

—Si tengo —confesé sin pensarlo—. Y mucho.

—¿Por?. ¿Crees que voy a matarte u algo así?.

—Tengo miedo de ti como hombre —dije sinceramente—. Eres todo lo que dice que no debería acercarme. Añadiendo la deuda que debo pagarte.

—¿Podrias dejar de mencionar la deuda?.

Y como yo hubiera deseado que esa deuda no existiera. Pero no era así.

—Suéltame, Jungkook —pedí. Y entonces, tardó pero lo hizo y pareció que me fui. Pero realmente lo que hice fue huir. De él, y de mis sentimientos.

Afortunadamente, el mismo hombre que me llevó hacia la mansión, me dejó justo frente al edificio de mi departamento. Y en todo el viaje no dejé de pensar en él. También me odié por seguir recordando como habló en italiano. Y por todo lo que causó con las palabras que estuvo diciendo. Y tenía una parte de mi que me prohibía pensar en Jungkook. Sobre todo por todo lo que estaba pasando. Pero había otra que lo único que exigía y anhelaba era tenerlo cerca. Y me estaba odiando porque esa parte era más fuerte.

Cerré mis ojos dejando caer mi cabeza hacia atrás mientras la pegaba a la puerta y dejaba ir un suspiro. Mire mi reloj de pulsera y era bastante tarde. Dentro de poco amanecería y yo aún estaba despierta cuando dentro de algunas horas debía estar preparandome para la U.

Suspiré y me apresuré en quitarme la ropa, cambiarme, lavarme la boca y tirarme en la cama. Aunque tardé un poco en conciliar el sueño. Y sí. Debido a esa persona.

                 Jungkook;

Me senté en la cama, y heché mi cabello hacia atrás aún un poco húmedo. Humedecí mis labios, y me quedé viendo un punto fijamente mientras una vez más Hyeri se adueñaba de mis pensamientos.

Presioné mi lengua contra el interior de mi mejilla, y me dejé caer en la cama mientras tomaba mi celular y buscaba el documento donde estaba toda la información de Hyeri. Y sin poderlo evitar amplié la foto que estaba allí. La miré durante unos largos segundos, y entonces aparté mi celular pasando mis manos por mi cara.

Me estaba al volver loco al no dejar de pensar en ella. Y al tener en mi cabeza que lo único que quería era tenerla conmigo, tenerla entre mis brazos.

Pero lo de hoy, me daba a entender que ella no quería nada conmigo. Yo me acercaba y ella lo que hacía era alejarse. Y me sentía como un imbécil porque a pesar de que ella me expulsaba de su alredor, yo no me rendía y seguía ahí.

—¿Que mierda estoy haciendo? —solté un suspiro y negué. Puse el celular donde iba, encima de la mesita de noche, y me cubrí con la sábana poniendo mi brazo sobre mis ojos mientras intentaba conciliar el sueño.

A la mañana siguiente, me levanté temprano, para hacer mi rutina de ejercicio. Entré a mi cuarto de ejercicio, y me subí en la corredora, para empezar con mi calentamiento inicial. Luego pasé a las pesas levantando varias veces el objeto con cada uno de mis manos y por último, pero no menos importante, mi pequeño ejercicio de box.

Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora