Cuatro

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                        Hyeri;

—Este lugar incluso de día no me dá buena pinta —murmura Yirem a mi lado.

—Ya lo sé. Solo miren al alrededor. Se vé que aquí solo vienen personas....diferentes. Por asi decirlo —asintió Aisha.

—¿Si viste el hombre repleto de tatuajes que nos pasó justo por al lado? —continuó Yirem.

—Si. Que miedo —murmura Aisha.

—¿Ya terminaron? —miro a cada una.

—Ya sé que fui yo la que te dió el nombre y dirección de este lugar. Pero no lo imaginaba tan...raro como la última vez. Y creo que ahora, yo tampoco quiero que trabajes aquí —dijo Aisha y Yirem asintió varias veces.

—Okay chicas. Yo les agradezco en serio su preocupación. Pero les recuerdo que tengo que pagar una deuda gigantísima y es a una persona peligrosa. Por lo tanto, no tengo opción —finalicé y entonces caminé hacia el lugar. Ellas me siguieron rápidamente.

El lugar lucía como esos cabarés. Con una gran barra y una estantería llena de bebidas. Varias mesas con sillas y pequeñas tarimas que tenían un tubo en el que ya me imaginaba que tipo de espectáculo se daban.

—¿Hola? —elevo la voz.

Aisha, Yirem y yo, no pudimos evitar asustarnos cuando una chica sale de atrás de la barra. Y no tenía la cara más feliz del mundo.

—Hola. No se que quieren pero está cerrado. Vengan más tarde —dice como si se tratara de una máquina.

—Mhm. No venimos a consumir nada —dije acercandome con Aisha y Yirem detrás de mi en silencio—. En realidad vengo a buscar trabajo.

—¿Quieres trabajar aquí? —alzó una ceja analizandome.

—Necesito trabajar. No es que quiera, realmente tengo que ganar dinero —murmuré.

—No pareces el tipo de chica que frecuentaría estos lugares —ella siguió analizandome con una ceja alzada.

—Porque ella no es ese tipo de chica —habló Yirem detrás de mi y me giré a mirarla seria. Sonrió inocente.

—Solo un momento. Le avisaré al jefe —dejó el paño y salió para subir unas escaleras.

Yirem y Aisha comenzaron a mirar el lugar con curiosidad y yo me mantuve en mi sitio con los brazos cruzados mientras esperaba pacientemente. Observe lo grande que era el club; de seguro se llenaba muchísimo por las noches. La chica no tardó en bajar e indicó las escaleras.

—Podéis subir —indicó.

Un señor gordo, y con el pelo recogido en una coleta nos observó a Yirem, a Aisha y a mi con una ceja alzada. Caló del puro y expulsó este lentamente mientras continuaba mirandonos. Y la verdad es que me incomodaba bastante.

—Así que...¿quereis trabajar aquí? —pregunta luego de estar mirándonos algunos cortos minutos en silencio.

—Ellas no —me apresuro a decir—. Soy yo.

El caló nuevamente el tabaco, y se inclinó hacia el frente mirándome de arriba a bajo. Y me alegra haberme puesto un jeans y un jersey y no una ropa un poco más...abierta, por así decirlo.

—Eres muy linda. Te verías bien en el tubo pero...ya tengo a todas mis bailarinas. Así que supongo que tendrás que quedarte con un puesto de camarera.

—Solo quiero trabajar. Está bien para mi —me limito a decir.

—Bien —sonríe mostrando unos dientes amarillos. De seguro causados por el cigarro—. Eres linda. Así que serás una camarera bastante sexy.

Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora