Siete

11.2K 797 134
                                    

                         Hyeri;

Me acomodé en la cama. Sin abrir mis ojos.
Disfrutando inexplicablemente la comodidad que tenía. Hundí mi rostro en la almohada y era tan cómoda. Pero mientras estaba plácidamente, tratando de volver a tomar el sueño, un flashback pasó rapido por mi cabeza.
Yo tratando de huir de un hombre que intentaba violarme o sabrá Dios que otra cosa, unas cuantas personas llegando, yo volviendo a huir, pero encontrandome con él y-

Abrí mis ojos, y me quedé en una especie de trance, cuando al abrir mis ojos noté que estaba en una habitación que no tenía nada que ver con la mía. Lo primero que hice fue mirarme mi ropa y estaba justo como la tenía ayer. Me senté, viendo a mi alrededor confundida.

—¿Donde estoy? —pregunté en un susurro para mi misma. Me bajé de la cama, y tragué fuertemente.

No iba a estar mirando a mi alrededor detallando todo, cuando lo que realmente estaba era asustada, y con millones de preguntas relacionadas a mi actual ubicación.
Me puse los zapatos, tomé la cartera y sin siquiera mirar a ningún lado, salí de el cuarto encontrandome en un amplio pasillo.
Comencé a caminar rápidamente abrazando la cartera mientras miraba hacia los lados y mi corazón retumbaba contra mi pecho.

¿Por qué a mi me pasan siempre estas cosas?. Agh.

Llegué a una escalera y respirando agitadamente por los nervios, baje a pasos rápidos las escaleras. Mire nuevamente a mi alrededor, esta vez, sin poderlo evitar asombrada por la casa, la decoración, el lujo que desprendía.

—Buenos días —me sobre-salto cuando de un momento a otro aparece una mujer un poco mayor, vestida con ropa de empleada.

—B-Buenos días —murmuré dando un paso hacia atrás.

—¿Descansó? —continuó ella preguntando. Pestañee varias veces.

—¿Por donde puedo salir? —pregunte ignorando anterior.

—Por la puerta, claro —dijo ella.

—Ah si claro —dije irónica—. Adiós –le dije en seguida y me encaminé a la gran puerta dispuesta a salir e irme como sea de este lugar, pero justo cuando lo hacía, la puerta se abrió y él volvió a hacerse presente.

De hecho, esta vez, un poco más diferente a las últimas veces que lo había visto. Estaba en ropa deportiva, con el pelo mojado, sudado y respirando agitadamente como si hubiese corrido un maratón hace algunos minutos. Traté de no mirarlo mucho, porque aunque no quisiera admitirlo en voz alta, debía reconocer que él era demasiado atractivo.

—Despertaste  —dice analizandome.

Observo a los dos hombres en la puerta con una metralleta cada uno. Y presiono mis labios tragando fuertemente volviendo a concentrar mi atención en Jeon Jungkook.

—¿Por qué estoy aquí? —pregunte seria y tratando de no tartamudear por los nervios.

—No lo sé. Yo también quiero saber porque estabas ayer, en ese lugar —respondió. Pasó por mi lado y miré como las puertas se cerraron y la empleada se había ido, dejandonos solos.

—No creo que te interese —el secaba su frente con una toalla, y en el momento que dije eso, me miró fijamente y me estremecí. Callate, Hyeri. Estás hablando con un mafioso. Tragué—. Es decir...es mi vida. No creo que deba decirte donde estoy o dejo de estar.

El hechó su pelo sudado hacia atrás. Aún mirándome.

—Tienes razón —dijo simplemente—. Igual me lo vas a decir. Porque no quiero que estés metida en mis asuntos.

Never Be The Same #𝟏 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora