"Dame tu tiempo y te daré lo que deseas", esa fue la frase que escuché cuando estaba llorando afuera del hospital, por saber la situación crítica de mi hermana. Era un chico de alto con gracia y sardónico. Un demonio. ¿Puede una chica como yo, haber...
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Dedicado para arileidyotaku
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Mis ojos no se despegan de él. ¿Por qué un chico diría una frase misteriosa en medio de la madrugada? ¿Un demente? Juzgando por como habló con el cuervo, puedo deducir que está mal de la cabeza. Más su sonrisa sardónica que no deja de tener, hace un cuadro perfecto para un asesino serial en una película del género thriller.
Escucho otro graznido del cuervo que posa en su hombro de manera elegante y misteriosa y, ya estoy ingeniando un modo de escapar de aquí.
—Mirando tu rostro aterrado y desconfiado, no estás creyéndome nada —manifiesta con un encogimiento de hombros—. Siento tu desdicha salir de tus poros, niña.
—¿Qué significa eso?
—Tu deseo. La tristeza que pesa en tu corazón y alma, por un suceso que te ha marcado —suelta. Retrocedo, al verlo desaparecer por arte de magia. Enseguida, el miedo renace dentro de mí. Esto ya no es normal—. ¿Has apreciado la noche roja?
Grito al verlo reaparecer enfrente de mí.
—¿Qué eres? ¿De qué hablas? ¡Esto ya no es normal!
—Oh, cierto. Olvidé decirte lo primordial —indica, mientras toma de mi mano y deposita un beso en el dorso de esta—. Soy un demonio muy antiguo. Concedo deseos, a cambio de tiempo. Un trato muy justo.
—¿Demonio? ¿Estás loco?
—¿Loco? —pregunta para luego reírse estrepitoso. El cuervo grazna y este deja de reír—. Odio que digas eso, Klaus. Ya te dije que si sigues soltando disparates, sacaré todas las plumas de tu maldito cuerpo de pájaro.
El cuervo vuela y empieza a picarle la cabeza, mientras que este le insulta cosas que hacen que abra los ojos por sus palabras horrorosas.
—Eres una piiii. Vales piiii, ¿en serio? ¿Por qué no vas a la piiii y luego a la piiii? —dice a medida que le aprieta el cuello del pobre animal. Este grazna estrangulado—. ¡Te lo buscaste, viejo cuervo!
Jadeo al verlo sujetarlo del cuello. Lo lanza por los aires, mandándolo a volar lejos. Respira profundo y sacude sus manos para luego mirarme muy sonriente como si nada hubiera pasado.
—¿Y bien? ¿Continuamos?
—Estrangulaste a un pobre animal.
—¿A Klaus? Oh, él. —Menea su mano y ríe—. No te preocupes. Ese cuervo viejo, está vivo. ¿Podemos seguir con lo nuestro?
Friego mi frente. Lo que estoy presenciando, está fuera de mis manos y realidad.
¿Dijo que es un demonio? ¿En serio? ¿No estaré imaginando cosas por la conmoción de mi hermana? Quizás sea eso.
