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Detengo mi paso, justo cuando veo una llamarada en la mitad de un pentagrama con rúbricas extrañas que no vienen al caso. En medio, de ello, está una chica de cabello largo, desnuda y bañada en sangre. Sonrío de lado. ¿De nuevo con cuadros demoniacos absurdos? ¿Desde cuándo los demonios queremos mujeres desnudas? Aparto esos pensamientos y me aproximo a ella, directo a presentarme y preguntar si desea algo a cambio de un poco de su tiempo de vida.
Sin embargo, medio que doy tres pasos, algo vuela a mí, empezando a picarme.
—¿Klaus?
—¡¡Quítate, pájaro de la piiii!! —exclamo molesto. Aquel animal aletea, hasta que con un movimiento ágil, lo agarro del cuello, empezando a estrangularlo—. ¿Y bien? ¿Qué puedes hacer ahora, maldito pájaro de piiii? Soy un demonio y puedo hacer lo que sea con tu asqueroso cuerpo de piiii.
Mis intenciones es asesinarlo con mis manos; no obstante, algo pesado golpea mi cabeza, haciendo que soltara a ese pájaro, quien vuela directo al artífice de mi golpe.
Echo un vistazo a la persona que está enfrente de mí, encontrándome con la mujer del pentagrama, la cual, está de pie desnuda sin atisbo de vergüenza en su rostro. ¿Acaso los humanos no son vergonzosos?
Sonrío. Muy interesante.
—¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué quieres matar a mi cuervo? —pregunta con tono airado y frío—. Que poco humano eres. Lastimar a un ave inocente.
¿Inocente este pajarraco?
Resoplo.
—Dudo que sea inocente ese pajarraco que tienes en el hombro —indico sonriendo de lado—. Tampoco soy humano, mujer. No me compares con ustedes, criaturas de bajo nivel.
Ella arruga el ceño.
La luz de la luna, alumbra su aspecto. La observo con detenimiento. Cabello largo cayéndole por sus pechos y un rostro bien fino. ¿Joven? No pasa de unos veinte años. ¿Por qué siempre encuentro a niños jugando a ser satanes?
—¿Qué? ¿Sorprendido por ver a una mujer desnuda?
¿Sorprenderme? Que graciosa.
Suelto una risa que se extiende por todo el camino, mientras me aproximo a ella, quedando a un paso. La miro fijamente a sus ojos marrones, apreciando su determinación en no flaquear.
No huelo a miedo.
¿Quién es esta mujer?
—No me sorprendo de tu cuerpo no proporcionado —señalo, sin apartar mi vista de su rostro—. He visto a muchas mujeres con mejores condiciones que tú. ¿Por qué me atraería alguien que ni pecho tiene?
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DAME TU TIEMPO
Paranormal"Dame tu tiempo y te daré lo que deseas", esa fue la frase que escuché cuando estaba llorando afuera del hospital, por saber la situación crítica de mi hermana. Era un chico de alto con gracia y sardónico. Un demonio. ¿Puede una chica como yo, haber...