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No he visto a Belicar desde hace un día. Pensé encontrarlo después de verlo apuñalado por esa hechicera, pero no. Medio que pisé mi colchón, caí desfallecida, hasta que mi madre me llamó, diciendo que mi hermana quería verme. En realidad, no he hablado con ella, desde que salió del coma por haber intercambiado un deseo con un demonio.
Algo que aún cuesta creerlo.
Respiro profundo y decido abrir la puerta de la habitación que está mi hermana mayor. No sé qué reacción pondrá al verme.
—Aquí vamos.
Abro la puerta con suavidad.
Lo primero que visualizo es la ventana que da al lado de su camilla. Dirijo mis ojos hasta mi hermana, la cual, está acostada con una mirada a un punto en específico, como si sus pensamientos estuvieran volando lejos. Ya no hay ningún aparato conectado a su cuerpo moribundo.
Es mi hermana mayor sana, sin esa enfermedad en su cuerpo.
En el momento que desfalleció en la casa, no la volví a ver despierta. No hasta ahora que presencio su mágica mejoría. ¿Me arrepiento de haber intercambiado ese trato? De verla de este modo, no siento que me arrepienta. Lo volvería hacer una y dos veces más.
Solo tengo a dos seres queridos vivos. A mi mamá y a ella.
—¿Ari? —pregunta, mirándome sonriente. Tan viva y lozana—. ¡Al fin viniste, hermana menor ingrata!
Sí.
Extrañaba su delicada voz.
No espero más y corro hacia ella, refugiándome entre sus brazos. La abrazo fuertemente, cobijándome en su calor. No me arrepiento de nada. Ni de compartir mi tiempo con Belicar.
—Te extrañé mucho, hermana.
—¿Me extrañaste? Entonces, ¿por qué no viniste a visitarme? ¿Sabes cuantas veces pregunté a mamá por ti? —amonesta. Río por su actitud—. Lo digo en serio, Ari. Pensé que te olvidaste de esta hermana mayor moribunda.
—¡No! ¡Nunca me olvidaría de ti! —exclamo, riéndome. La miro, mientras sacude mi cabello como lo viene haciendo desde pequeña—. Me alegro que te hayas recuperado.
Me jala una mejilla y sonríe conmigo. La misma sonrisa de mamá.
—¿Y bien? ¿Cómo vas con la universidad? —pregunta sonriendo—. ¿Ya sabes el resultado de tus pruebas?
—No. Aún no salen. Además, tú....
—Excusas baratas. —Menea la mano por el aire—. Concéntrate en tu futuro. Mi estado actual, es mi problema. Ya me estoy recuperando. Retomaré mi licenciatura de lenguas.
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DAME TU TIEMPO
Paranormal"Dame tu tiempo y te daré lo que deseas", esa fue la frase que escuché cuando estaba llorando afuera del hospital, por saber la situación crítica de mi hermana. Era un chico de alto con gracia y sardónico. Un demonio. ¿Puede una chica como yo, haber...