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Vuelvo a mirarla y de nuevo, suelto un suspiro. ¿Cómo rayos sucedió esto? Sé que he estado en contacto con los humanos. En todo el tiempo que he vivido entre ellos, conocí muchas cosas que no sabía que existían. Muy diferente al infierno, donde hay sangre, sexo y más sangre. No olvido el descuartizamiento que hacía. Oh sí, bellos recuerdos que tengo como un exduque infernal.
Sin embargo, esto está fuera de mi alcance.
Soy inteligente para saber que algo ha cambiado en mí. Desde que la conocí, he estado unido a ella. Sonrío de lado. Es muy interesante pensar que, no tiene la menor idea que ya encontré el método en desvincularnos.
—¿Piensas que tiene una idea de la verdad que guardo? —pregunto al estúpido cuervo—. Ella es algo ciega en ciertas cosas.
Sigo mirando como dormita, ajena a lo que hablo.
—Arienne, es una chica humana muy frágil, Belicar —contesta telepáticamente, volando a la cabecera de su cama—. De cierta manera, puede que lo sepa y no quiera aceptarlo.
Puede que sea eso.
Meto mis manos en los bolsillos de mi traje y sigo mirándola.
—Casi te transformas en medio de toda esa fiesta.
—¡Casi la lastiman! Además, también estuviste molesto —declara, soltando un graznido—. Ella se parece a Hazel, no puedo evitar mirarla de otra forma.
Mucha razón.
Estuve tan molesto que quería acabar con todos de ahí. No obstante, pude despertar de mi ira, por la presencia de ella. Lo miro a sus ojos negros que tornan amarillentos. Siempre pasa, cuando nuestros sentimientos se conectan.
—Todavía recuerdas a tu dueña.
—Era más que eso para mí.
—Un pajarraco que cobró consciencia por culpa de su amada persona —digo sonriendo de lado—. Por eso, tienes sentimientos humanos. No demoniacos, como yo.
Grazna y vuela, poniéndose encima de la barriga de Arienne, mientras la queda mirando detenidamente.
—La protegeré. Los humanos no viven mucho tiempo. Tienden a meterse en problemas.
Es verdad. Tienden a meterse en problemas. Igual que Hazel. La hechicera que estuve persiguiendo por muchos años, hasta que la vejez vino a llevársela. Muy extraño, nunca tuve sentimientos como estos con ella, pero con Arienne si los tengo.
¿Cuál es la diferencia?
—Buenas noches. —Saluda el pascualino, mientras aterriza en la ventana, con "Quesito" en el cuello. Klaus vuela a otra parte, alejándose de ahí. Tampoco le gusta la presencia celestial.
Muy normal. Él forma parte de los seres oscuros.
—Pascualino. ¿Qué te trae por aquí? —cuestiono con sorna—. ¿Acaso viniste a lucir tus alas de paloma? Si es así, déjame decirte que puedes irte a volar por las montañas.
Él suelta a reírse.
—Vaya, el exduque infernal, no está de buen genio.
—¿No lo estoy? Dudo que no lo esté. Solo espero que respondas a mi pregunta —replico sin desaparecer mi sonrisa—. ¿Hace cuánto vienes a la habitación de la chica patata?
—¿Es un reclamo o una pregunta cómo cualquiera? —Me observa y sonríe con sinceridad que produce escalofríos. Mucha aura celestial—. Parece que estás más pendiente de Ari.
Resoplo.
—La chica patata está unida a mí. Es normal sentir eso.
No dice nada y empieza a caminar hasta la cama, donde está Arienne. Una molestia se instala en mi pecho, produciéndome que saltara encima de él. ¿Qué es esta emoción tan aberrante?
Estira su mano hasta ella y sin pensarlo, aparezco enfrente de él, deteniéndolo de golpe.
—¿Qué ocurre, exduque infernal?
—Aléjate de ella —ordeno sin sonreír—. ¿O quieres que mi cuervo devore a tu Quesito?
Él sonríe lleno de satisfacción.
—Interesante. ¿Aceptas que sientes algo por Arienne?
—¿Qué?
Antes que le contestara a su pregunta, la nombrada se levanta y nos queda mirando a los dos, en una mala posición.
—¿Qué ocurre? Pensé que Belicar ya se había ido de aquí —habla con una mirada en nosotros—. ¿Podrían decirme que mismo pasa? ¿Estaban peleándose?
En efecto, aquí vamos de nuevo.
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DAME TU TIEMPO
Paranormal"Dame tu tiempo y te daré lo que deseas", esa fue la frase que escuché cuando estaba llorando afuera del hospital, por saber la situación crítica de mi hermana. Era un chico de alto con gracia y sardónico. Un demonio. ¿Puede una chica como yo, haber...