Crystal
Los últimos tres días habían sido una completa locura. Chrissy seguía sin aparecer y los rumores seguían corriendo en el pueblo. Mensajes de "Eddie Munson asesino" o fotos de él y Chrissy juntos en el bosque empezaron a aparecer por las tiendas y pintadas que decían "Munson satánico" o "Munson muérete" eran frecuentes en las grandes paredes de las afueras de la ciudad.
Apenas había hablado con Eddie desde entonces, ya que se encerró en su caravana y no quiso salir, además de que mi madre me castigó sin poder verle tras enterarse de los rumores. Toda mi familia estaba convencida de que mi novio tenía algo que ver en el caso de Chrissy. Mi madre la adoraba, el tiempo que estuvo saliendo con mi hermano la llamaba frecuentemente para saber cómo estaba, ella era la hija que nunca pudo tener; su animadora femenina y perfecta.
Por otro lado, a veces cuando anochecía podía llamar a Eddie durante un rato para ver cómo estaba, y aunque él negaba rotundamente estar mal y aseguraba estar de vacaciones, podía notar el miedo en su voz. Tenía muchas ganas de verlo, pero era peligroso para él salir de casa por lo que pudiera pasar y prefería que siguiera seguro junto al tío Munson y su escopeta.
Ya habían ido preguntando por Eddie varias veces a su caravana, tan grave era el asunto que su tío había pedido una baja en la fábrica para no dejarlo solo en ningún momento, pues no se fiaba de algunos paletos armados de la zona y respondía con la misma moneda asomando el cañón de la escopeta por la ventana a la primera de cambio.
♥
Esa misma noche tendría que ir a una especie de reunión en el instituto por la desaparición de Chrissy, donde se supone que todos dejarían sus respectivas plegarias y tras eso harían una nueva partida de búsqueda por el bosque. Mi familia me obligaba a asistir, por mucho que yo no quisiera pasar por el trago de ver cómo medio pueblo culpaba a Eddie de la desaparición de esa pobre desgraciada.
Al llegar al instituto, observé que la mayoría de asistentes vestían de negro, como si guardaran luto. La mayoría tras cuatro días desde su desaparición ya la daban por muerta. Me costaba pensar en cómo lo llevaría su familia viendo a todo el mundo convencido de que su hija ya no tenía salvación, si eso bajaría su moral o si la esperanza de volver a ver a Chrissy sería más fuerte que lo que opinaran los demás. Empecé a tener bastante ansiedad pero me obligué a pensar que la animadora estaría a salvo, por su propio bien y, egoístamente, por el de Eddie.
Tomamos asiento en las grandes gradas que rodeaban el estadio donde se celebraban los partidos de baloncesto. En el campo había un pequeño estrado con un micrófono y muchos de los profesores que daban clase a Chrissy esperaban sentados su turno para hablar. Primero, el director dio un pequeño discurso que parecía poco personal, seguramente escrito por su secretaria. Había gente llorando a moco tendido en las gradas, mi madre entre ellas.
Todos los profesores alababan la capacidad e inteligencia de Chrissy, su puntualidad, su belleza, su técnica como animadora, su alegría... Pedían plegarias y rezaban a Dios para su pronta aparición. Otros profesores se limitaban a decir que esperaban que el culpable saliera a la luz, que la encontrarían sin importar los esfuerzos necesarios y que no todo estaba perdido.
Cuando todos los profesores acabaron de decir sus palabras, fue el turno de las compañeras de equipo de animadoras y algunos de sus amigos, que se limitaron a repetir las palabras mencionadas por los profesores. Una de sus amigas destacó por dar sus plegarias llorando y gritando a pleno pulmón mientras decía "que Dios te acoja en su gloria, Chrissy".
A decir verdad, sentía mucho todo este asunto, y sinceramente no quería que le pasara nada a la pobre chica, pero tenía la extraña sensación de que a todo el pueblo le habían dado una oportunidad para sacar sus vestidos de gala y hacer el papel de sus vidas. Era ciertamente incómodo y desagradable.
Al final, y pese a que no me había percatado de su presencia hasta el momento, mi hermano Jason se apoyó en el pequeño estrado y se acercó al micrófono.
—Ciudadanos de Hawkins, mi nombre es Jason Carver, y soy el novio de Chrissy Cunningham. El día de hoy no vengo a llorar por una muerte incierta, ni vengo a recordar lo inteligente, hermosa y buena que es mi chica. No, hoy vengo a recordar que la persona que le hizo eso está entre nosotros, viviendo sin permiso mientras Chrissy sigue desaparecida y todos nosotros nos dejamos el pellejo buscándola sin éxito.
Jason levantó un cartel en blanco y negro. No se apreciaba muy bien desde lejos, pero reconocería esa foto en cualquier lado: era la foto de todos los integrantes del Hellfire club.
-Esa persona y todos sus adeptos están aquí, damas y caballeros. -Señaló la cabeza de Eddie en la fotografía-. Y su líder, el infame y ya conocido por todos Eddie Munson, sigue ahí fuera escondido en su caravana, pensando en su próxima víctima.
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Dragones, Amor y Mazmorras | Eddie Munson [+18]
RomanceTras el giro de realidad que ha vivido, Crystal Carver tiene una cosa muy clara: no quiere volver a saber nada de Eddie Munson. ♥ Historia diferente a la de la serie. No hay trama paranormal. ♥ Enemies to Lovers ♥ +18 ♥ TW: Sexo explícito, drogas, a...