Dragones, Amor y Mazmorras | Eddie Munson [+18]

Prólogo

Crystal

Hace cuatro meses

Subí la escalera que llevaba a mi habitación todo lo rápido que pude, casi tropezándome en el intento por lo borroso que veía todo con los ojos llenos de lágrimas.

Me había dejado. Eddie me había dejado. Los tres meses más felices de mi vida habían acabado sin más. Todo había desaparecido.

Al llegar a la habitación me arranqué la camiseta y la dejé en un rincón del armario, mirándola con odio y rencor. Yo había creado ese maldito dibujo para él y su manera de agradecérmelo era llevarlo por bandera en su club. En nuestro club.

Escuchaba cómo Eddie gritaba mi nombre desde la calle, cómo me llamaba para darme las explicaciones que él pretendía que yo me tragara. Mi cuerpo se inundó de rabia y empecé a buscar todo lo que tenía en esa habitación y había pertenecido a Eddie Munson.

Una cadena para el pantalón, dos sudaderas suyas, una muñequera con pinchos, un cuaderno de dibujo y un peluche en forma de corazón que ganó en la feria para mí. Abrí la ventana y le tiré una a una todas las cosas a sus pies, mirando con rabia a la persona que más había querido en toda mi vida: mi mejor amigo, mi mitad, el que había sido mi héroe durante toda mi infancia y adolescencia.

—Métetelas donde te quepan, Munson. No quiero verlas más. ¡Y mucho menos a ti!

Eddie estaba pálido en el jardín de mi casa, recogiendo las cosas con miedo a que arrojara algo más y le diera un golpe.

—Me gustaría hablar contigo, Crys, déjame explicarte, por favor. No es como crees.

—Pírate de mi casa, puto friki. Deja a mi hermana en paz y lárgate a tu mugrienta choza. Por fin se ha dado cuenta de que no quiere verte más. Estaba esperando este maravilloso día con ansias.

Jason había salido por la ventana de su habitación a gritarle también. Mi hermano estaba sonriendo: se alegraba de que lo hubiésemos dejado pese a saber bien que eso me iba a destrozar como pocas cosas podrían hacerlo.

Eddie le sacó el dedo corazón a mi hermano de forma pasota y después siguió mirándome a mí.

—Voy a quedarme aquí sentado hasta que bajes y me des la oportunidad de hablar contigo, Crystal. No has entendido nada.

—Pues que te cunda la noche, Edward. Disfruta.

Me metí de nuevo en mi habitación cerrando la ventana con violencia y no volví a abrirla para mirar pese a los impulsos constantes que tenía de hacerlo. Me eché en la cama y estuve llorando hasta quedarme dormida horas más tarde.

Todo había acabado, la felicidad que había sentido hasta apenas unas horas parecía distante y lejana de repente. Solo tenía una cosa clara: esperaba no volver a ver a Eddie Munson nunca más.

Personajes:

Crystal Carver

Eddie Munson

Dustin Henderson

Mike Wheeler

Jonathan Byers

Jason Carver