Peligrosa Venganza ( 8° SAP)

Capítulo 5.

Jade.

Chicago.

Definitivamente estábamos de nuevo en esta ciudad, primero habíamos pasado primero por California donde está uno de los laboratorios de Iggy y luego nos vinimos hasta acá haciendo de nuestros movimientos todos sociales porque tenía muy de cerca a los hombres de mi padre siguiendo cada uno de mis pasos. Gerónimo Ferrara dudaba de algo, por eso esto y con más razón seguía mi plan de organización sobre trabajo. Reuniones, almuerzos de trabajo con Mackenzie y cenas de amigos por la noche.

Papá piensa que puede estar un paso delante mío, pero está demasiado equivocado acá la genia de la informática y espionaje es mío no él, por eso era fácil despistar por momentos al gran Il capo de tutti capi.

— Te esta siguiendo — dice Mackenzie teniendo mi atención.

Estaba en su casa en Chicago usando el despacho de su prometido buscando buscar aromas innovadores para esta nueva campaña de nuestros perfumes.

— Si. Mi tía está enferma y empieza mi transición como la lider de 'Ndrangheta — le cuento con un largo suspiro.

— Serás una gran lider — afirma mi amiga.

— Gracias por ser mi amiga — digo tomando su mano.

— Amigas, socias y futuras primas políticas — bromea.

Sonrío.

Mackenzie es mi mejor amiga, se que ella finge no saber nada sobre Valentino, pero por nuestra amistad no dice nada, solo espera que en algún momento le diga.

— Lo vas a conocer muy pronto — aseguro mirando la lista de fragancias.

Ella no me mira sigue concentrada en lo suyo, pero veo su sonrisa en su rostro.

— La tía Inzie tiene muchos besos guardados para él — acota.

Ninguna dice nada más, no hace falta.

Cuándo Ignati termina de trabajar con Sasha, nos despedimos de ellos y noto a mi prometido raro, más pensativo quede lo normal.

— ¿Qué te sucede? — inquiero.

— Me acompañas a verla — me pide.

— Vinimos a Chicago para eso.

Subimos a su auto, rumbo al atelier de su ex novia. Se que es difícil este momento porque no sabe de ella hace tres años. Terminó un poco mal las cosas entre ellos, porque no comprende su entorno, su trabajo y mucho menos lo que significa ser un Sokolov dentro de la mafia rusa.

— Se tu misma — dice cuando nos paramos en la puerta de la refinada boutique.

Justo mi celular empieza a sonar y le hago señas a Iggy que se adelante mientras atiendo la llamada de mi padre.

— ¿En cuánto tiempo estarás de vuelta? — inquiere de una.

— Hola padre — contesto irónica. — en cinco días estaré en Italia — le confirmo.

— Espero que asi sea, Jade. Sino me veré obligado a que mis hombres te traigan a la fuerza  — determina.

— Entendí. Adios — contesto cortando la llamada.

Debía pensar bien como serían las cosas, porque ese día que llegue a Calabria, Valentino entraría de mi mano.

Ese día saldrá a la luz el secreto mejor guardado de mi vida.

Ingreso a la boutique, veo a Ignati hablando con su ex novia, puedo ver el brillo en los ojos de la chica y con solo una mirada puedo confiar que en verdad todavía siente algo por él.