Capítulo 17.

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Jade.

Debíamos mostrar que eramos unos padres autoritarios y no permisivos, porque lo que hizo Valentino respecto a violar todos los protocolos de seguridad no podía pasar desapercibido por ende Iggy y yo teníamos que regañarlo por todo lo que hizo. Donovan pudo hacer cualquier cosa, pero parece que ambos sienten un vínculo que tal vez no entienden ahora, se que muy pronto comprenderán el porqué de esa conexión. En verdad nunca imaginé que esto sería posible, hace tres años lo idealizo muerto, es demasiado saber que sigue con vida, que atento en contra mío haciendo que pierda mi embarazo y podría seguir diciendo infinidades de cosas malas sobre él, solo que también es el padre de Valentino y si queremos que esta unión funcione no va a quedar opciones de llevarnos bien entre los tres, todo por nuestro hijo.

Volviendo a mi trabajo de ser una madre correcta, al solo ingresar a nuestra mansión, Valen no vino a recibirnos como esperábamos sino que tuvimos que avanzar por completo de la casa hasta el living donde se encontraba sentado en uno de los sillones de la sala en compañía de mi madrastra.

— Bienvenidos — saluda Natasha con media sonrisa.

Se que todos estabamos orgullosos de lo que hizo Valentino, que con solo tres años hizo todo esto, pero tampoco podemos dejar de lado el tema de que expuso a todos al peligro de cualquier enemigo de los Ferrara.

Si con solo la edad que tiene nuestro hijo hace esto, no se que pasará dentro de unos años lo que podría llegar hacer.

— Buenos días, tía — dice Iggy al saludar a mi madrastra.

— Hola Nat — saludo.

Mi madrastra sonríe viendo como se encuentra Valentino, con su cabeza agacha mirando sus zapatos y sus manos cruzadas, sabiendo demasiado bien que tendrá un buen regaño por lo que hizo.

— ¿No vas a saludar a tus padres? — le pregunta ella.

— Hola mami, hola papi — dice sin mirarnos a los ojos.

Sabe que hizo algo malo y trata de que tengamos lastima, esta vez no podemos hacerlo.

— Lo dejo solos — acota mi madrastra al levantarse del lado de su nieto. Ella pasa por nuestro lado y guiña su ojo con complicidad, se que al igual que nosotros está demasiado orgullosa de lo que Valen hizo, pero también debemos demostrar lo adultos que somos poniendo en jaque las travesuras de nuestro pequeño niño genio.

— Valentino — lo llama Iggy.

— Lo siento — es lo primero que contesta.

— Miranos a los ojos — me pido y él lo hace. — ¿Por qué nos dices lo siento? — pregunto.

Se le cristalizan los ojos mientras nos mira con pena. — No podía dejar a un niño sin su papá — habla evitando ponerse a llorar como desea.

— ¿De que niño hablas? — indaga Iggy al no aguantar más ser un padre estricto porque termina poniendose de rodillas a lado de nuestro hijo que no duda aprovechar la oportunidad y lo abraza con fuerza.

Manipulador resultó ser este niño.

— Donovan tiene un hijo ...

Siento que me falta el aire al escucharlo.

— ¿De qué hijo hablas? — inquiero.

— El niño del parque, mami. Su hijo estaba solo y no podía dejarlo sin su papi. Mi papi nunca me dejaría solo — argumenta.

— Nunca lo haría — afirma Iggy con seguridad mientras lo abraza.

El señor no tengo sentimientos y tampoco los comprendo había caído en las lágrimas de cocodrilo de nuestro pequeño embaucador.

Peligrosa Venganza ( 8° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora