Capítulo 45.

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Donovan.

El país estaba de luto y todo por un sujeto que no valía la pena, una escoria fuera del mundo que nadie iba a recordar en unos años. Clara no decía nada, mejor dicho ninguno hacía mención de lo sucedido incluso aseguraban que la muerte de Giorgio Di Caimpi se debía un ajuste de cuenta con Cosa Nostra porque al parecer había robado  un gran dineral de la mafia, dejando en claro que lo mataban ellos, pero  nadie intuía que todo venía por otra cosa, venganza y justicia por la mujer que lastimó mucho.

Sin él en el camino, ella es libre.

Siendo ella libre, no tenemos nada que nos una.

Clara lo había dejo en claro, no debíamos hablar de esa noche, porque somos adultos que saben diferenciar las cosas. Algo que creo que no era de esa forma, más bien, necesitaba hablar y decir mis cosas porque no podía callarme, sin embargo, prefería el silencio sumando alejarme de ella para evitar un problema en mi vida que no necesito.

No me une nada a la consejera de 'Ndrangheta.

— Necesito un compañero de tragos — escucho a Jade decir.

— ¿Y yo debo ser ese compañero?

— Quién mejor que el padre de mi hijo — determina.

Suspiro siguiendo a la rubia a su despacho, por la hora faltaba algunas cuantas para que Valentino llegue de su entrenamiento junto con Domenico y Amira.

— ¿Y tu consejera? — cuestiono.

Hace días no sabía nada de ella y tampoco la veía por la casa de Jade.

— ¿Te importa?

— Jade — gruño.

La rubia sonrie de lado mientras me entrega un vaso de oporto y me mira con mucha curiosidad.

— Me pidió unos días, no se sentía del todo bien.

— Debería estar feliz, se saco un problema de encima — declaro chasqueando la lengua.

— Si, le sacaste un problema de encima, pero revivió algunas cosas de su pasado que todavia la perturban. Clara le duele mucho la pérdida de su hijo, se culpa demasiado y ...

— No fue su culpa — determino.

— No, no lo fue, pero uno como madre protege a su hijo de lo que sea y ella no pudo hacerlo ...

Jade suspira.

— ¿Y a ti que te pasa? — pregunto al verla.

Lo de Clara es imposible, no tuvo la culpa que ese hijo de puta se desquitara con ella y que en esa golpiza el bebé que llevaba en su interior muera por culpa de su padre al querer moler a golpes a su madre.

— Amira se va a vivir con Iggy — me cuenta.

— ¿Por qué dejas eso?

— Porque no voy a retener a mi hija en un lugar donde siente que no es suyo. Ella dice que quiere ir con su papá y no puedo frenarla en su decisión, no cuando esta demasiado segura de lo que quiere — vuelve a suspirar dando un sorbo a su vaso.  — me duele dejar ir mi niña hermosa — agrega con melancolía.

Me acerco a Jade, le quito el vaso de su mano y la estrecho entre mis brazos, ella necesitaba eso, alguien que la entienda por unos segundo porque no debe ser nada fácil esto. No imagino como podía reaccionar si alguno de mis hijos me dijera algo parecido a esto, creo que los dejaría ir pero no significa que no me duela.

— Rubia, eres una gran madre — afirmo.

— Lo sé, Donovan. Daría mi vida por mis hijos y su felicidad.

Peligrosa Venganza ( 8° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora