Capítulo 3.

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Donovan.

Nueve meses después.

Recordar esa noche se hace difícil, solo recuerdo un beso en mi cuello, el dolor de mi cuerpo al  ser traspasado por una bala y la mirada verdosa de una mujer que no recuerdo ni su rostro, solo su boca y color de sus ojos, lo demás no se une en mi cabeza.
Ella es la que se queda mis ideas, esa desconocida a quien no recuerdo, pero se que es la causante de todo esto.
Primero de esa bala que me dejó absolutamente muerto por doce minutos, de mis incontrolabes meses dentro de un hospital soportando todo y de la falta de recuerdo que tengo en mi cabeza hace exactamente nueve meses.

No se ni quien soy.

Mi nombre me lo repiten, solo que hay momentos que los recuerdo y otros no.

Mi cerebro parece frito.

— ¿Cómo está, señor Fiore? — pregunta la enfermera ingresando a la habitación.

— ¿Fiore es mi apellido? — consulto confundido.

— Donovan Fiore, es su nombre — responde sonriendo. — Esto es para usted, debe tomar su medicamento — agrega entregando las pastillas en mi mano.

Las medicinas de todos los días, creo que debo tomarlas para evitar que mi cabeza se inflame, generando que vuelva a caer en coma, como lo estuve hace unos meses.

La puerta de la habitación se abre de nuevo y dos desconocidos ingresan mirándome con atención.

— ¿Y ustedes quienes son? — pregunto desconcertado.

— Ayer hablamos contigo — contesta el hombre.

— No lo recuerdo, ¿quienes son? — repito.

— ¿No me recuerdas? — inquiere la mujer.

— No.

Ella se acerca, la veo ponerse a llorar mientras se arrodilla enfrente mío.

— Soy Emilia, tu esposa — sentencia entre lágrimas.

— ¿Esposa?.

— Estamos casados hace más de seis años, Donovan. Eras el jefe de seguridad de mi padre dentro de La Garduña — me cuenta.

Cierro los ojos sintiendo un fuerte dolor de cabeza y llevo mis manos a mi cabello frustrado.

¿Casado? ¿La Garduña? ¿Esposa?

¡Maldita sea!

No recuerdo absolutamente nada.

— Hermano — escucho que me dicen.

— ¡Váyanse! — grito.

— Cariño ...

— ¡Váyanse! — mascullo.

Quieren volver a hablar, pero me levanto y pateo la mesa de luz a mi lado destrozando todo.

— Señor Fiore — me habla la enfermera.

Mi mirada se vuelve roja de la furia, empujo al hombre enfrente mío, golpeo su mandíbula y siento como alguien quiere frenarme, hasta que mis piernas pesan, caigo de rodillas observando a mi alrededor volverse completamente oscuro.

***

Otra mañana que solo recuerdo mi nombre, vengo de una familia italiana, pero que se crío casi toda mi vida en Sevilla, España. Según lo que me dijo la enfermera, tengo treinta y un años, hoy es mi cumpleaños, lo cual no me afecta en nada porque siento que es un día más.

Las lagunas mentales me estan matando.

No saber quien soy me pone extremadamente molesto conmigo mismo y con este maldito entorno que quiere acercarse a mi. Mi supuesta esposa, mi medio hermano y un amigo que no recuerdo en absoluto, pero joden con estar a mi lado a cada momento.

Peligrosa Venganza ( 8° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora