Pasamos horas bailando, bebiendo, cantando y que no falte un poco de ligoteo, Abraham se me acerca al oído sujetándome la cintura con sus manos para pegarme a su cuerpo donde noto un extraño bulto en mi vientre.
-Sabes, desde que te vi entrar por la puerta de la clase siempre tuve ganas de ver como sabrían tus labios con ese bálsamo de fresa que siempre llevas-
Abro los ojos con sorpresa, joder mi crush de la universidad me esta tirando los tejos.
-Si quieres puedes probarlos ahora- Que mierda estoy diciendo? creo que son suficientes cubatas por hoy.
Dicho esto y sin esperarlo estampa sus labios contra los míos y vaya que sensación. Sus gruesos labios encajan perfectamente con los míos , noto como se pega más a mi, pone sus manos en mi cintura aunque una de ellas amenaza con seguir bajando a lo que yo no rechisto y rodeo su cuello con mis brazo y acaricio su pelo, nos separamos para coger aire y noto su respiración y la mía entrecortadas. En el momento que él baja para besarme el cuello sabía que esto no iba a acabar bien pero me daba igual.
-Te vienes a mi casa?- son las 5 de la mañana y no creo que mis padre esperen que yo vuelva a casa esta noche así que accedo no sin antes avisar a Carlos a lo que él me responde con una sonrisa pícara, sabe muy bien lo que va a pasar.
-Llegamos- se baja de su Porsche y pasa por delante del coche para abrirme la puerta y de paso cogerme de la mano.
La casa es inmensa, era obvio sabiendo que era un niño de papis que son ricos pero eso no me importa ahora porque estoy más caliente que una olla exprés.
(Hace unos minutos)
Veo como tiene su mirada fija en la carretera, una mano en el volante porque la otra la acaba de soltar para ponerla en mi pierna haciendo leves movimientos mientras la sube y baja hasta una zona bastante peligrosa.
-Te pongo nerviosa? Me gusta- Lo miro de reojo y veo que está sonriendo y tiene una sonrisa perfecta, al verlo sin querer mi mente piensa en el otro chico que me tiene loca, Charles, su sonrisa me encanta y es muy parecida a la de Abraham.
-Un poco, sabes? te confieso que me gustaste desde primero de carrera- Se le escaba una sonrisita tonta.
-Es bueno saberlo, te perece una noche por lo viejos tiempos?- sabía a lo que se refería y tampoco esperaba mucho más.
-Claro por qué no?- Entonces noto como sube su mano hasta notar el encaje de mis bragas, si llevaba lencería y qué.
-Te va a gustar- dice esto una vez que aparca el coche.
(ahora)
Y bueno por eso estoy así.
Me coge de la mano y abre la puerta, me sorprende lo grande que es esta casa. Pero soy interrumpida por un beso necesitado y unas manos que atacan mi cintura, me coge de los muslos para subirme en brazos para llevarme a su habitación.
Me deja tendida en la cama como si de un cristal muy valioso se tratara y se levanta para quitarse la camisa, joder que buenas vistas, sus músculos tan bien formados ahora están encima mía y su boca no parece querer dejar mi cuello, me va a dejar marcas pero yo a él también. Me doy la vuelta para que él quede tendido y yo sentada en su regazo donde ya puedo notar un bulto dentro de sus pantalones.
Me bajo la cremallera del vestido dejando al descubierto mis pechos, a lo que él no tarda en besar, yo solo le tiro levemente del pelo y echo mi cabeza hacia atrás del placer. Me deshago totalmente del vestido quedando en unas bragas negras de encaje, le ayudo a quitarse el pantalón, nuestras zonas quedan casi en contacto si no fuera por la ropa interior pero él se levanta para besarme y me sorprende al sentir como su mano aparta hacia un lado mis bragas.
Empieza a tocarme y no puedo más, es un Dios en esto pronto me voy a correr.
-Eso es nena córrete para mí hermosa- solo me faltaron esas palabras para notar que me había liberado, se dirige sus dedos a la boca y esto me pone más todavía.
Nos deshacemos de las únicas prendas que nos quedaban, busca en su mesita de noche el preservativo para ponérselo y entra en mi con un golpe seco haciendo que ambos gritemos de placer, yo araño su espalda y se que le van a quedar marcas pero me da igual, también ataco su cuello y al parecer eso le gusta porque aumenta las embestidas haciéndonos gemir aún más.
Solo nos bastó con unos minutos más para conseguir nuestra liberación.
La luz entra por la ventana, me despierto y veo un cuerpo junto al mío abrazándome, entonces recuerdo lo de anoche y las veces que lo hicimos pero lo que más quiero ahora es que el dolor de cabeza desaparezca.
Me quedo tendida en la cama arropada por la sábanas y su brazo, miro su perfil, su nariz es perfecta me recuerda a la de charles, lo sé todo me recuerda a él y más ahora que voy a trabajar con él.
Veo como poco a poco abre los ojos y encontrarnos con la mirada.
-Buenos días hermosa- dios su voz ronca de por la mañana me encanta, pena que esto sea solo una noche.
-Buenos días, una cosa me dejas algo de ropa porfa? me gustaría darme una ducha antes de llegar a mi casa-
-Si quieres nos duchamos juntos- me tienta tu propuesta.
-Entonces vamos- no podía rechazarlo.
Y bueno después de un buen rato me deja unas calzonas y una camiseta , desayunamos y me lleva a mi casa.
-Bueno ha sido una noche increíble, seguimos en contacto no?- y quién soy yo para negárselo.
-Claro, toma mi teléfono, muchas gracias por todo nos vemos-
-Adiós- se despide no sin antes robarme un beso inesperado.
Vaya nochecita.
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Tu fan #1
FanfictionLía, una chica normal y corriente de 24 años que cumple sus sueños donde más deseaba, en La Fórmula 1.