*Charles view*
Estaba escuchando atentamente el himno de Mónaco, porque sí, había ganado en el GP de Gran Bretaña. Pero todo esto es interrumpido por varios gritos de personas pidiendo una ambulancia.
Veo como Carlos ,que había quedado en segundo puesto, sale corriendo para bajar.
Entonces es cuando la encuentro entre el barullo, Lía había roto aguas.
Al ver su cara de preocupación reacciono corriendo también para ayudarla, aunque al verme la noté mucho más nerviosa de lo que estaba.
-Puedes ir bien?- le pregunto llevándome uno de sus brazos a mis hombros para que se apoye.
-Sí sí yo puedo- aún así es obvio que no me iba a apartar.
Finalmente fui con ella en la ambulancia ya que Carlos fue a avisar a los chicos.
No sé porque yo estaba igual o más nervioso que ella, de todas formas no le solté la mano en todo el viaje.
Escuchaba como el enfermero le decía que respirara hondo, aunque yo lo tomé como si fuera a mí. Es como si fuera a ser yo el que va a ser padre.
Al llegar al hospital la metieron directamente a la sala de partos porque estaba muy desarrollada, así que no tuve otro remedio que entrar yo con ella porque Max aún no había llegado. Mierda esto es mucha presión y apenas la conozco.
-Bien Lía tu eres fuerte, tienes que traer esta maravilla de niño al mundo sí? Voy a estar junto a ti en todo momento, no voy a dejarte sola-
-Charles, te lo agradezco de verdad pero cálmate porque me estás poniendo aún más nerviosa- justo al terminar tuvo una contracción y sentí que mi mano se partió en mil cachitos.
-Lía empuja cuando yo te avise sí?- veo al médico asomar la cabeza.
Bien ha llegado la hora y no se lo que me espera.
Después de dejar de sentir mi mano y sudar como un condenado escucho un llanto que se sintió como la entrada al cielo.
Ambos nos miramos emocionados al escuchar el llanto de su hijo.
SU hijo, justo en la espinita clavada en mi corazón.
-Enhorabuena Lía, eres increíble- la miro emocionado como coge a su bebé mientras llora de la emoción.
-Mira Charles tiene los ojos verdes como tú, son preciosos- En ese momento me quedé paralizado pensando en si he escuchando bien.
-Quieres cogerlo?- su pregunta me saca del trance y hace que se acelere el corazón aún más.
Al sentirlo en mis brazos miré su naricita tan perfecta, sus labios y sus ojos que fueron los que más me llamaron la atención. Sentí una extraña conexión con ese niño, sentía que debía protegerlo y cuidarlo como si yo fuera su padre.
-Bienvenido al mundo...- me paré al no saber el nombre que habían elegido para él.
-Dylan-
Dylan Leclerc que bien sonaba pero pena que no sería así.
Los médicos se llevaron al niño y a Lía a una habitación así que le dije a Lía que iría a avisar a los chicos que estaban fuera.
-Cómo está Lía? Y el bebé?- Me preguntan todos al verme salir.
-Ambos están perfectos, es precioso- les digo refiriéndome a Dylan.
-Podemos ir a verles?- Me pregunta Lando el más ansioso.
-Sí, está en la habitación 33 pero id de dos en dos, me lo ha dicho el médico-
Primero fueron Lando y Daniel ya que el ingles la estaba liando por ir él primero.
-Eres muy afortunado Max, seguro que seréis una familia muy feliz- y es verdad, cualquiera con esa mujer y un hijo con ella es feliz o por lo menos yo lo sería.
-Ahm no bueno, Lía y yo no somos pareja, simplemente me estoy involucrando mucho con ella en ayudarla y que no afronte todo esto sola- Entonces ahí fue cuando vi el cielo despejado.
-Lo siento mucho es que lo parecíais-
-No te preocupes- en su cara pude notar cierta decepción, y es entendible, quien no querría ser la pareja de semejante mujerón.
*Lando view*
Cuando entré y vi a Lía con su bebé en brazos me se aguaron los ojos.
-Lía, es precioso, sois preciosos. No sabes lo feliz que estoy-
-Gracias Lando eres un amor, cógelo si quieres-
Se me descuadró la cara, no sabía como se coge un recién nacido. Pero entre Daniel y ella me ayudaron, obviamente yo estaba sentado no vaya a ser que se me caiga y la liamos.
No pude fijarme en otra cosa que en sus ojos, como esos ojos tan verdes me miraban fijamente y lo primero que se me vino a la mente fue Charles. Son idénticos a los de él.
-Lía sus ojitos- le dice Daniel mirándola con un poco de pena y entonces veo como se muerde el labio intentando no llorar mientras se le escapa un sollozo.
-No llores cariño, ya verás que todo sale bien y seréis la familia más envidiable del mundo- La intenta tranquilizar Daniel mientras la abraza.
-Es que ha sido tan duro no poder decirle que es su hijo y verlo con él en brazos sin ni siquiera saber que es padre-
Me destruía el corazón ver que a Lía así, todo por un maldito accidente.
Pero unos golpes en la puerta nos interrumpen, eran Carlos y Max que querían pasar, así que antes de irme le dejo el bebé a Max para que no sufra mucho movimiento y él se queda paralizado al verlo.
-Lía es idéntico a él- escucho decir a Max antes de cerrar la puerta.
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Tu fan #1
FanficLía, una chica normal y corriente de 24 años que cumple sus sueños donde más deseaba, en La Fórmula 1.