Afortunada

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*Lía view*

-Hogar, dulce hogar- digo tirándome a la cama.

Y habíamos llegado a Mónaco y venía reventada del vuelo.

Carlos estaba esperándome en el aeropuerto a modo de sorpresa, lo había echado mucho de menos.

-Qué tal el viaje?- pregunta él tirándose a mi lado.

-Bastante bien la verdad- empecé a contarle todo lo que nos había ocurrido durante el viaje.

-Enserio os olvidasteis de Lando?- 

-Es que estaba sentado y entre tanta gente nosotros nos bajamos del metro y él se quedó allí- Le explico recordando la vez que Lando se quedó en el metro de Roma.

Había mucha gente y él no tuvo mejor idea que separarse y sentarse detrás de otros dos hombres mucho más grandes, así que a la hora de bajarnos creíamos que estábamos todos pero Lando se quedó dentro durante tres paradas más.

-Y con él? Ha pasado algo?- me pregunta sabiendo de sobra que se refería a Charles.

-Sí pero no-

-Cómo que sí pero no?-

-A ver que casi pasa pero Max interrumpió antes de que la cosa llegara a más-

-Ya me cae mal-

Fuimos a hacer la compra porque no tenía casi nada para comer y mis padres van a venir a visitarme pronto.

Mientras que estábamos colocando las cosas mi teléfono sonó. Era Lando.

-LANDOOO-

-LÍAA-

-Qué tal?-

-Te llamo para preguntarte si quieres venir esta noche a cenar con los demás-

-Claro que sí, cuenta conmigo-

-Díselo también a Carlos y os venís con Charles que ya se que vivís cerca eh-

-Yo se lo digo, luego nos vemos muppet-

-Hasta luego peque-

-Oye soy mayor que tú- 

-Pero yo soy más alto- 

Lando da por finalizada la llamada antes de que yo contestara, le dije a Carlos y él aceptó así que solo tenía que hablar con Charles para irnos con él.

Habíamos quedado a las 8 pero no eran ni las 2 de la tarde, aunque tenía que hacer de comer. Carlos me ayudó a preparar pasta a la carbonara ya que a él se le da bastante bien la cocina y en especial ese plato.

Justo estoy poniendo la mesa cuando alguien toca la puerta y voy a abrir.

-Hola Charlie- digo al abrir la puerta.

-Hola Li, uy que bien huele- 

-Estamos haciendo pasta a la carbonara. Pero pasa hombre, no te quedes ahí- me hago a un lado para que pueda pasar y entonces veo a Carlos asomándose por la puerta de la cocina con una ceja levantada.

-Oh hola Charles- dice antes de volver a lo suyo.

-Querías algo?- le pregunto ya que él no habla.

-Era para saber si os veníais conmigo esta noche-

-Sí claro, pero sabes que para eso están los móviles verdad?-

-Sí lo se pero así tengo una excusa para verte- dice el provocando que se me escape una risa nerviosa.

-Eres idiota-

-Un idiota locamente enamorado de ti-

Yo a estas altura ya estaba con las mejillas como un tomate, no puedo con este hombre.

Tu fan #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora