*Lía view*-Venga corre, vuestro padre está allí ya id con él- les dice mi madre a sus nietos.
El ya no tan pequeño Dylan que 5 años coge de la mano a los mellizos Álex y Julia que ambos tienen 3 añitos. Todos estos fueron llevados por Arthur para fuera.
-Estás preciosa Lía, no sabes cuanto me alegro de que mi hermano haya encontrado a una mujer como tú y lo aguante tanto como para casarse con él. Te admiro por eso- me dice riéndose mientras se acerca a mí y me abraza.
-Muchas gracias Arthur y que sepas que todo lo hago por amor y haría lo que fuera y más por tu hermano-
Dicho esto se va y mi madre, mi suegra y un montón de familia y amigas más volvemos al lío.
-El vestido es hermoso, tanto como la que lo viste- me dice Pascale.
-Nerviosa?- me pregunta mi madre agarrándome de las manos.
-No sabes cuánto- le respondo respirando hondo.
-Cuando lo veas allí esperándote se te va a ir todo- me intentó animar Pascale.
Y fue verdad, en cuanto me agarré del brazo de mi padre y lo vi allí en frente pero a la vez tan lejos.
El mundo se volvió tan pequeño, como si fuéramos él y yo nada más. Se me fue todo por completo al ver su sonrisa y sus ojos lagrimosos al verme.
Sin darme ni siquiera cuenta ya había llegado a su lado, no me había dado cuenta de la música o ni si quiera de la gente sentada a los lados.
Miro hacia atrás y son mis hijos los que sujetan la cola del vestido, todos me miran con sus pequeñas e inocentes sonrisas igualitas a la de su padre con hoyuelos a los lados.
-Li estás ... Bua- Intenta decirme Charles una vez que llego a su lado pero las lágrimas lo traicionan.
Le limpio las mejillas porque si no yo seré la siguiente y el maquillaje es caro.
-Lista?- me pregunta mientras me agarra de las manos.
-Lista- veo como asiente y me besa en la frente ya que aún no puede besarme.
Después de todo el discurso nos da paso a los votos y fue Charles el que tomó la iniciativa ya que sabía perfectamente que como yo hablara me largaría a llorar.
-Lía eres la reina de mi corazón, sigues siendo la chica de la que me enamoré aquel día que coincidimos Mónaco, quien nos diría que nos volveríamos a encontrar y no sabes la alegría que me dio saber que trabajarías conmigo y podría pasar más tiempo a tu lado.
Sigues siendo tú, tú eres la razón por la que mi corazón late rápido cada vez que te veo como si fuera la primera vez, la razón de que mis ojos brillen y de que se me forme una sonrisa.
Me hiciste el hombre más feliz del mundo al aceptar ser mi novia, al hacerme padre de tres hermosos hijos y al aceptar casarte conmigo. Se y ten por seguro que seré feliz el resto de mi vida siempre y cuando esté contigo.
Desde que te conocí supe que eras tú y siempre serás, el amor de mi vida-
-Charles el rímel- digo ya que me ha dejado sin palabras haciendo que todo el mundo se ría.
-Charles, incluso antes de conocernos ya me estabas haciendo feliz, cuando te veía sin falta en cada carrera soñando el poder coincidir contigo en algún momento. Hasta que se hizo realidad y y fue un día inolvidable.
Al principio no sabía como tratarte de los nervios que tenía de estar contigo, pero siempre hacías que me sintiera segura a tu lado.
Siempre recordaré la primera vez que nos dijimos te amo en Roma, cuando celebramos una victoria juntos y la de Monza fue mágica, cuando te presentaste en mi casa por sorpresa y el momento en el que mi mundo se arregló con un simple beso tuyo cuando me recordaste.
Me gustaría seguir viviendo muchas más aventuras a tu lado hasta que la muerte nos separe- no separo la mirada en ningún momento de Charles que a la vez me limpia las lágrimas que se me salen.
-Por el poder que me ha sido concedido, yo los proclamo marido y mujer. Puedes besar a la novia-
-Ni la muerte nos va a separar- me susurra Charles antes de unirnos en un beso.
Pero al separarnos ninguno reacciona a andar si no que miramos a nuestro alrededor y después entre nosotros.
-Estamos casados- Decimos a la vez antes de echarnos a reír.
Ambos hemos caído en cuenta que de verdad todo esto acaba de pasar.
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Tu fan #1
ФанфикLía, una chica normal y corriente de 24 años que cumple sus sueños donde más deseaba, en La Fórmula 1.