Siento como alguien mueve mi hombro y pronuncia mi nombre pero estoy a tal nivel de sueño que me cuesta la vida despertarme.
-Lía venga ya despierta que hemos llegado- ps si que he dormido porque dos horas no se pasan así como así.
-cinco minutos más- digo para acurrucarme más en su hombro y seguir con mi sueño.
-Como no te despiertes me voy y te vuelves a España y que te den por culo- Joder que manera de despertarme más bonita.
-que siii que ya estoy despierta- abro los ojos y escucho como el chico que está al lado de Carlos se ríe levemente.
Jack creo que se llamaba o no se porque en cuanto salí de la conversación y se quedó Carlos hablando con él yo caí rendida en un profundo sueño.
Me quedo embobada al ver que me esta mirando fijamente con una mirada azulada, juraría que en sus ojos puedo ver el mar. Jack es un rubio platino despampanante, con los ojos más azules que he visto en mi vida teniendo en cuenta de que solo suelo ver ojos marrones caca en mi familia y amigos. Tiene una camiseta blanca de manga corta que a juzgar por como le queda se nota que va al gimnasio porque esos bíceps no eran normales.
Con solo mantenerle la mirada por un momento ha hecho que moje mis bragas, como lo vea sin camiseta me provoca un orgasmo. Dios mío que hombre o mejor dicho dios griego.
Después de este fugaz calentón me levanto de mi sitio cuando ellos ya se han levantado para coger mi maleta con ayuda de Carlos.
-No sabía que te gustara Harry Styles- a que viene eso
Me giro y veo como Jack tiene en su mano mi móvil que seguramente se me caería en el asiento.
-Es mi cantante favorito- cojo mi móvil rozando nuestras manos.
Noto como sus venas levemente marcadas de tensan al tacto de mi mano y su mirada se torna de sensual y confiada a una nerviosa, me gusta.
-E...El ... mío también- vaya lo tiene todo.
-Tenemos cosas en común supongo- Nótese el sarcasmo
Ya por fin en el aeropuerto de Mónaco puedo estirarme de una forma bastante exagerada pero no me importa lo más mínimo y voy hacia una cafetería, necesito mi capuccino de chocolate.
Una idea se me viene a la cabeza, cojo una servilleta y apunto mi teléfono será una mickey herramienta que usaremos más tarde.
Carlos ya me espera en la puerta con el teléfono en la mano avisando a nuestros padres que hemos llegado pero yo me encamino hacia Jack y sin que se de cuenta le meto la servilleta en el bolsillo de su chaqueta, veo como gira su cabeza y no hago más que guiñarle un ojo él me sonríe con una sonrisa traviesa y sin más me voy con Carlos porque ya deben estar esperándonos el chófer que venía a por nosotros que nos proporcionó Ferrari además de que nos llevará a nuestros apartamento porque no sé ni donde están exactamente.
No llevamos ni 10 minutos en el coche cuando Carlos es él que cae rendido en mi hombro, de verdad este chico no puede dormirse en otro momento él no se va a dormir en el avión NOO para qué? para darme el por culo a mi ahora. Si es que esto no está pagado.
Después de casi media hora el coche se para en frente de un lujoso edificio que supongo que es donde están nuestros apartamentos pero esto parece un jodido hotel, vaya los ricachones de Monte Carlo como se lo montan.
Carlos tiene la boca abierta como yo, es imposible que vayamos a vivir aquí.
El chófer nos da las llaves y las maletas así que entramos , gracias a dios hay ascensor por que si no ya me veo encerrada en el apartamento con tal de no tener que bajar y subir hasta una quinta planta.
Cuando la puerta de mi nuevo departamento, mío es mío ahora no me lo puedo creer.
Tiene una gran entrada que da a una gigantesca sala de estar con un gran ventanal al frente que da a una amplia terraza con vistas al puerto de Monte Carlo con un asiento colgante, una mesa baja y dos sillones, el salón es de paredes blancas con sillones negros, una mesa de cristal baja sobre una gran alfombra con una tele bastante grande enfrente , justo al entrar a la izquierda están lo que supongo los dormitorios y baños, a la derecha está a la cocina separada del salón por una barra, tiene una isla en el centro y se sorprende lo grande que es para un apartamento, es más grande incluso que la de mi casa.
Entro a lo que es ya mi nueva habitación y me quedo congelada al ver el cuarto tan grande con un baño y vestidor propio, a la derecha hay una cama de matrimonio y a su izquierda la acompaña un gran ventanal con vistas a los carísimos yates que hay aparcados en el puerto acompañados de una atardecer realmente hermoso con colores naranjas, rosas y algún que otro morado.
Carlos aparece detrás mía y me rodea por la cintura con sus cálido brazos y apoya su cabeza en mi hombro.
-Chica nos hemos ganado la lotería con esto-
-Y que lo digas-
-No me puedo creer que te vayas a tirar a Charles en esta misma habitación-
-A lo mejor es el la terraza quien sabe-
Me mira con una cara asqueada que provoca que yo me ría a más no poder. Aunque no estaría mal que de verdad pasara lo que acaba de decir.
-Bueno me voy a mi apartamento y saco la ropa, nos vemos para ir a cenar?-
-Claro, deshago la maleta, me ducho y me visto-
-Ponte guapa eh, tienes a un piloto que seducir- me guiña un ojo.
Este chico es un caso, dicho esto él se va y yo me adentro a mi esperada ducha que tanto deseaba.
ESTÁS LEYENDO
Tu fan #1
FanfictionLía, una chica normal y corriente de 24 años que cumple sus sueños donde más deseaba, en La Fórmula 1.