Un sentimiento extraño

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*Lía view*

Después de poder haber abierto los ojos miro a mi alrededor.

No sé porque estoy en una colchoneta en la piscina, me he quedado dormida aquí.

Era una colchoneta bastante grande, como si fuera una cama, no se estaba tan mal.

Al observar a mi alrededor vi muchas más personas en más colchonetas, en las hamacas, en el suelo, encima de otras, ...

Mi cabeza va a reventar, anoche Daniel no paraba de darme cócteles exóticos que preparaba para los dos, sin contar los chupitos de tequila. Uf les voy a coger asco a los chupitos.

Mi vestido estaba totalmente empapado así que para salir de donde estaba me tiré al agua, ayudándome así también a despertarme un poco por el frío de esta.

Fui a la cocina y estaba aún peor, había un tío dormido encima de la encimera y otros en el suelo.

Subí a buscar a los chicos ya que no estaban tampoco en el salón.

Entre a una habitación y allí estaban todos juntos, apilados como si fueran una montaña de ropa.

Lando es el que más gracia me hizo porque estaba en una esquinita de la cama totalmente enroscado como si fuera un bebé.

Max fue el primero en despertarse.

-Dios mi cabeza, me da todo vueltas- dice él lamentándose de la tremenda resaca.

Hasta que me vio en la puerta recargada porque podía ni con mi cuerpo.

-Hola Lía-

-Parecéis un saco de patatas-

-Tienen complejo de verdura, quieres desayunar algo?- me pregunta mirando el reloj de la mesita de noche, las 11 de la mañana. Había dormido 3 horas.

-Sí, me vendría bien-

-Mejor te invito fuera porque aquí no se va a poder-

Así que me fui a darme una ducha y cambiarme a la ropa de ayer que eran unos vaqueros cortos y una camiseta normal de mangas cortas, pero me tuve que dejar los tacones porque no encontraba mis chanclas. Un show.

-Lista- digo bajando las escaleras, él ya estaba abajo esperándome.

-Toma un aspirina para el dolor, te va a hacer falta-

-Gracias- voy a la cocina a por un poco de agua para tomarme la pastilla y ya salimos para subirnos en su coche.

Llegamos a una cafetería bastante bonita, también era una bollería y todo tenía una pintaza para chuparse los dedos.

Max pidió unos que me aseguró que eran los mejores de todo Mónaco.

-Ayer hice las paces con Charles- suelta él de repente.

-Me alegro por vosotros, habéis hecho bien-

-Se hizo duro de roer pero al final dio su brazo a torcer y me dijo que si tu me habías perdonado él no tenía nada más que decir-

Seguimos hablando un buen rato más hasta que trajeron nuestro pedido.

-Hoy me he despertado en una de las colchonetas de la piscina y el vestido está para trapos-

-Dios, lo de ayer no tiene nombre-

-Desmadre se queda corto-

Después de desayunar fuimos a dar un paseo por el puerto. La verdad es que Max al principio fue un poco reservado y no me hablaba para nada, tuvimos nuestros vaivenes como el día de la discoteca pero ahora que lo estoy conociendo más es un chico estupendo y todo lo contrario a lo que la gente piensa de él.

Tu fan #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora