-Hoy es el gran día, el día en el que cumplimos nuestras metas y sueños, donde nos despedimos de todos los buenos y malos recuerdos en esta universidad. Han sido los mejores años de nuestra vida a pesar de los malos ratos llorando todos juntos antes de un examen o también las risas hasta llorar que nos echábamos mientras nos saltábamos clases.
La verdad que acojonaba cuando le decías a la gente que querías estudiar ingeniería y más algo de esto, más que nada porque te decían que era muy difícil y que no tenía salida o cosas así, pero aún así todos lo que estamos aquí hoy lo hemos conseguido, hemos conseguido callarles la boca y conseguir nuestro trabajo soñado y sobre todo hacer saber que con ganas, valentía y agallas se puede todo. Siempre van a haber cuestas arriba y de las peores e infinitas, pero una vez que estás arriba te sientes el rey del mundo y eso no tiene precio.
También me gustaría agradecer a nuestros profesores porque aunque nos puteaban incontables veces también nos ayudaban en todo lo que pidiéramos, han sido las personas que nos han dado el último empujoncito para conseguir llegar a la cima, muchísimas gracias-
Con esto concluyo mi discurso de inauguración de nuestra graduación, todo el mundo aplaude, algunas lloran, otras se abrazan y yo me limito a mirar hacia mi madre.
La veo abrazando a mi abuela que está llorando de alegría mientras que me mira con una sonrisa en la cara diciéndome "lo has conseguido, estamos muy orgullosos de ti", pero a mí me falta algo y es la persona que debería estar sentada junto a ella, mi padre, pero supongo que la vida no es siempre lo que una quiere.
Me limpio las lágrimas que se han escapado y me siento junto a mi amiga Lucía y mi mejor amigo Carlos, estos nada más sentarme se tiran a mí con las mejillas llenas de lágrimas, entonces es cuando me permito soltar el nudo que tenía en la garganta. Lucía se iba a trabajar al extranjero así que este sería el último día con ella y me duele tener que despedirme.
De repente siento una mano sobre mi hombro, me giro a ver a la persona y al verla solo me quedo paralizada, no se que hacer.
Me levanto y no dudo en corresponderle el abrazo, no puedo creer que esto esté pasando, mis lágrimas amenazan con salir y no las retengo, aprieto más el abrazo y escondo la cara en el cuello de mi padre. No me puedo creer que él esté aquí.
Nos separamos al escuchar aplausos de la gente mientras nos miran, miro a mi madre buscando una explicación y entonces entiendo que todo esto estaba preparado.
-Eres un mentiroso, de verdad creía que no vendrías-
-No podría perderme el mejor día de la vida de mi hija, lo has conseguido pequeña, estoy muy orgulloso de ti ahora podrás emprender tu vida de ensueños , te lo mereces- No soy capaz de articular ninguna palabra ya que si lo hago me rendiré a llorar y el maquillaje ha sido caro, así que lo vuelvo a abrazar con mas fuerza pero esta vez se nos une mi madre. Me encanta mi familia.
Después de toda la llorera mi familia, la de Carlos y la de Lucía nos vamos a cenar juntos pero después vamos a ir a una fiesta.
Estoy comiendo cuando a mi derecha Carlos me habla.
-No os parece bonito? nuestras familias juntas, nosotros juntos en este día, todos felices y juntos- Hombre por fin dice algo coherente.
-Es precioso, la verdad me da pena el no poder tenerlos cerca porque me voy a California y los voy a echar mucho de menos- Dice Lucía sentada a mi lado.
-Mira, podemos hacer videollamadas todos los días y si podemos podríamos hacer reuniones de familia cuando estemos de vacaciones, qué os parece?- Mi mente funciona cuando quiere.
-Sí, me parece una ideaza- ambos están de acuerdo.
Seguimos hablando de lo nuestro hasta que el sonido que una copa siendo golpeada en busca de atención nos interrumpe, el padre de Carlos se levanta para decir un brindis.
-Bueno primero que nada gracias por estar hoy aquí todos reunidos, es algo muy especial, tanto para mí, para vosotros y para nuestros hijos. No me voy a enrollar mucho así que quiero daros la enhorabuena chicos por lo que habéis conseguido porque no lo hace cualquiera y aprecio muchísimo vuestra amistad porque se que va a ser para siempre. Mucha felicidades y suerte a Lucía por tener la valentía de irse a la otra punta del mundo, hija no tenías un sitio mas cerca no- todos reímos por su comentario, Antonio sin hacer de sus chistes no es él -te deseo lo mejor para tu nueva vida. A ti Lía, no tengo palabras para ti, sabes lo mucho que te aprecio y me alaga que me consideres como tu segundo padre, cuando mi hijo me dijo que os vais los dos a Mónaco no sabes la alegría que me dio poder verte cumplir tus sueños a pesar de todo y más por poder acompañar a mi hijo, porque te digo yo a ti que solo no sobrevive- yo lo miro riéndome y con una sonrisa de agradecimiento- Y bueno a ti hijo, no soy capaz de expresar el orgullo de poder decir que mi hijo trabaja para Ferrari, de verdad me alegra poder haber visto todo tu desarrollo estos años de carrera y poder verte aquí por fin es una alegría muy grande. Así que os deseo muchísima suerte a los tres porque ya habéis pasado lo peor y podéis comeros el mundo ahora mismo-
Cuando finaliza el discurso todos aplaudimos conmovidos y la verdad es lo aprecio bastante, los voy a echar mucho de menos.
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Tu fan #1
FanficLía, una chica normal y corriente de 24 años que cumple sus sueños donde más deseaba, en La Fórmula 1.