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«KINTSUGI»
Sólo una vez en mi vida me quebré, y lo hice de tal manera que no me reconocí por semanas cuando intenté mirarme al espejo; y cuando por fin lo hice, no me gustó la imagen que proyectaron mis ojos. No pude salir adelante sola, pero lo hice. Yo solita me ayudé en mi momento de crisis. No me vine abajo cuando descubrí la razón por la que mi padre me odiaba y prefería alejarse de mí antes que atenderme o verme a la cara. No lo enfrenté o hice alguna de las mías, vengativas, cuando me sentí defraudada o aturdida por saber qué ocultaba mi padre detrás de su frialdad.
Me reconfortó la idea de saber al fin lo que mi padre repelía de mí, de su hija. Y... saber que fui la razón por la que una mujer inocente murió... Bueno, no es precisamente el tema preferido a tratar con naturalidad en la mesa. Sólo una vez me imaginé siendo abrazada por los fuertes y cálidos brazos de una mujer que... también inventé dentro de mi propio reino de fantasía, en el que yo era la única cuya magia podría resucitar a los muertos, curar al necesitado, salvar a los débiles y volver en el tiempo... Creí que quizás así, y sólo así, podría ayudarme a manejar mejor mi realidad. No quería perder la cabeza, pero ni yo misma me ayudaba; ¿qué pretendía?, ¿seguir soportando hasta que una fuerza, mayor a mí, me salvara?
Tenía que dejar de leer tantos libros sobre ficción, estaba empezando a basar mis expectativas en personajes y a creerme que esos mundos fantásticos algún día podrían alcanzarme. La verdad es que, siempre esperé que algo grandioso o excitante me sucediera, y, cuando finalmente me pasó, se me hizo muy fácil olvidarme de la chica en mi interior que, gritaba a todo pulmón noche tras noche tras noche que, si algún día era lo suficiente afortunada como para atraer a un magnifico Adonis que me atara las muñecas a la cama mientras me penetrara duro, iba a hacerme de la vista gorda con mis ideales y a dejar que me tratara como a una prostituta que se viste como una modelo.
Esos pensamientos me excitaban a las cinco de la mañana, aún me excitan. Y... cuando cuatro idiotas me secuestraron e intentaron someterme por semanas, utilizando la hábil herramienta de la manipulación... Bueno, yo... me... me... ¡Carajo!, fue como un sueño hecho realidad. ¿A quién pretendía engañar fingiendo que esto me disgustara o fuera la pesadilla de cualquier mujer?
Los deseo. Los adoro. Los quiero. Ellos son mi nuevo mundo, y quiero descubrirlo. Aunque existan baches y secretos en el camino, aunque no necesiten compartirme lo básico de ellos para acercarme a sus vidas; pero sí lo esencial, lo que vale la pena conocer en una persona, incluyendo los traumas y eventos que destruyen a la pareja, porque saber quién es uno siempre es más importante que fingir ser perfecto a propósito.
Por eso me enamoré de las lágrimas que derramó, de los sollozos incontenibles que fracturaron poco a poco su disfraz canalla y explosivo; porque el verdadero Mike estaba escondido detrás de esa máscara que se había puesto él mismo para sobrevivir.
Mike, Ethan, el chico rubio... Todos ellos... Todos ellos son como yo. Todos ellos fingían ser alguien quien no eran para sobreponerse a un dolor tan profundo e inhumano que puso en juego su cordura por demasiado tiempo...
Yo soy fuerte. Me considero una mujer de carácter especial con tintes homicidas. Soy imparable.
Pero..., y aunque sea de ese modo, nada de eso me preparó para presenciar una grieta de esta magnitud. Por mucha experiencia que posea, nada me destruyó más que la calma y quietud que erizó a Mike, cuando su padre hizo pedazos su piano sin remordimientos que enfrentar después.
El piano de su madre... Un objeto para mí; para él fue su mundo, su lugar seguro, un escape, una remembranza de momentos felices que compartió con la mujer que amaba. Ahora lo entiendo, Beatriz y Hannah Green, son la misma persona. Dos mujeres que vivieron el sueño perpetuo, hasta que llegó el momento de despertarse en un charco de sangre. Esa mujer se llamó Beatriz, una madre que sólo vio por sus hijos, y los amó hasta un punto en el que... hizo hasta lo imposible por asegurar su bienestar, sin importarle ir a los lugares más oscuros para traerlos de regreso a la luz.
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Dos están bien, pero... ¿cuatro? [Poliamor #2] (BORRADOR) ✔️
Teen FictionSucedió durante la noche de graduación, la noche en la que me creí invencible, la noche en la que creí que cambiaría mi vida para bien, no para mal, la noche en donde conocí a aquellos cuatro misteriosos con caras de lobos que me arrebataron mi vida...