Su beso es corto e inexperto pero no quita los sentimiento de preocupación, repugnancia y miedo que crea en mí ese acto.
Al terminar me mira sonriente, a lo que yo la miro con los ojos abiertos de susto. Su mirada ámbar investiga todo mi cuerpo mientras sus manos finas pero con heridas hacen el amago de moverse hacia delante, hacia mi cuerpo.
—Kai, eres un Thrall y yo también, ambos somos bellos —susurra ilusionada sin detenerse a ver mi figura asustada— Si escapamos podemos tener una bonita vida juntos y...
Iba a continuar fantaseando hasta que un hombre la llama desde fuera, haciéndola saltar en el sitio y correr hacia el sujeto.
Por mi parte iba a salir huyendo de aquel lugar, pero al al acercarme a la puerta para ir al salón principal alguien abre por mí.
Miro hacia arriba para ver de quién se trataba, encontrándome de cara con el señor que le susurró antes a Sigurd.
Su rostro de sorpresa cambia a una expresión de diversión y maldad... Algo que me indica peligro.
—El pequeño Thrall —me nombre con gracia acercándose a mí— El famoso jovencito moreno del que todos hablan! "El joven Pardo"
Camino hacia atrás aguantando mis lágrimas junto con las ganas de responder y suplicar. Pero claro, no deben saber que conozco y hablo su idioma.
—Eres único en la isla, tienes ese color tan oscuro, tan... Apetecible —habla gruñendo lo último
Corre hacia mí con velocidad, encendiendo todas las alarmas de mi cuerpo. Hago lo mismo huyendo de él pero el lugar y espacio me lo complican.
La cocina del establecimiento se llena de pasos desesperados, desesperación, ansias y gritos necesitados de ser escuchados.
—Debías haber sido para el pueblo! —grita colocando las manos en una gran mesa que se interpone entre nosotros— Pero no! Tubo que llegar Sigurd, ese hijo de puta. Qué tiene? Sólo porque es... Un gran guerrero? No... Es por más, es porque es muy dominante! Verdad cachorro!? —grita irónico golpeando la mesa nuevamente solo que más fuerte, haciendo que me asuste
"Si saben que no eres igual de inculto que los demás esclavos, te matarán" recuerdo las palabras de Sigurd en mi cabeza, palabras que me dijo en secreto antes de llegar aquí.
Salgo corriendo en un intento de llegar a la puerta pero él toma mi brazo y con el restante tira los vasos de madera de dicho mueble.
Le golpeo lo máximo que puedo en esta situación llena lágrimas, pánico y desesperación. No le hacen efectivo, devolviéndome los golpes en uno seco, en el cual me levanta en el aire con facilidad y me golpea la espalda con fuerza en la mesa para que me detenga.
—Debes ser bueno para que el cabrón de Sigurd no quiera compartirte —susurra aprovechando mi aturdido estado, colocando sus manos en mi abdomen— Pero ahora voy a probar el premio del Gran Guerrero!
Dicho eso comienza a desabrochar mi camisa y apartándola del camino. Mi cuerpo tiembla de horror al ver que nadie descubre esta situación pero en realidad... Realmente le ayudarían? O simplemente se unirían al "juego"?
Sin poder hablar ve como una figura borrosa aparece por la puerta, quedándose seguramente en shock. Seguido se acerca sacando algo de su espalda y colocándolo en el cuello de mi acosador.
—Kom deg vekk fra ham, jævelen (aléjate de él, hijo de puta) —habla esa sombra con pelo rojo dando pasos hacia atrás
No entiendo absolutamente nada, mi cabeza no procesa y no puedo traducir lo que hablan.
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Visitantes
FantasyLas buenas noticias a veces vienen ocultas en algo desagradable. Las campanas suenan y eso no es bueno. Pero quién diría que dicho acontecimiento horrible me salvaría la vida. Todo gracias a las decisiones de un monstruo rubio proveniente del mar, i...