Isla de San Faldo
4 años antes de la ejecución
de Gol D. RogerBajo el sol abrasador ambos jóvenes quienes tenían una efímera amistad, se encontraban en la parte más alta de San Faldo, observando desde el mirador como las personas iban de un lado a otro en el mercado.
—Esta bien que hagamos esto, Shanks?— pregunto una joven de unos 13 años mientras miraba la enorme distancia que los separaba del suelo.
—Estas asustada, Reina?— pregunto a su vez el pelirrojo, tenían la misma edad y aún así ambos vivían en mundos completamente diferentes.
Shanks el pelirrojo era un joven libre, buscador de aventuras que había viajado por todo el mundo como aprendiz en el barco de mismísimo Gold Roger. Mientras que Reina era una cantante de circo, que solo conocía las plazas principales de las ciudades que visitaba. Más de eso no podía obtener, pues su dueña Madam Lorraine, así lo había dicho.
Ambos se habían conocido en la ciudad de Erumalu en el Reino de Arabasta, mientras el Oro Jackson surcaba los mares en busca de unas extrañas piedras a lo que Reina no terminaba por comprender. Fue un breve encuentro, que forjó una amistad. Después, por obra del destino, volvieron a encontrarse en San Faldo, dónde Shanks se había establecido temporalmente con Buggy mientras el Oro Jackson hacía una peligrosa incursión.
Fueron las semanas más entretenidas de su vida. Y, aunque estaba triste porque el pequeño Buggy no podía acompañarlos por su fiebre, Shanks le daba todo el tiempo del mundo para jugar. Con el tiempo, ambos comenzaron a sentir una inocente atracción.
—Saltaremos?— pregunto asustada, aferrándose a la tela que iba a ayudarlos a planear. El chico pelirrojo la agarro de la cintura para acercarla a él y tomo con su otra mano el otro extremo de la tela.
—Si tienes miedo, no lo haremos... Pero si eres valiente prometo darte un regalo, Reina—
Ella le miro un rato, tratando de descifrar el obsequio y su valor. Llegó un punto dónde pensar en eso le resultó absurdo. Cualquier cosa que le diera Shanks era de un valor incalculable, porque provenía de él y solo de él. Para ella, eso era lo más valioso en su pequeño mundo.
Sin previo aviso y con una sonrisa juguetona, Shanks hizo que ambos saltarán al vacío aprovechando lo distraída que estaba. Reina grito a todo pulmón mientras la tela los hacía elevar levemente, cuando estuvieron cerca de un árbol el pelirrojo soltó el planeador improvisado para tomar a Reina y hacer un caída elegantemente desastrosa a la copa de un tupido árbol. La muchacha se aferró al cuello del chico, cerrando sus ojos con fuerza. Solo podía escucharlo reír, el sonido de las ramas rompiéndose y el grito de las personas alrededor.
—Ya puedes abrir los ojos, Reina— dijo con suavidad el aprendiz de Roger mientras le acariciaba el cabello para calmarla. La muchacha no parecía tener la confianza de hacer lo que le pedía, el pelirrojo sonrió mientras la abrazaba con fuerza— A mi tampoco me gustaría alejarme de ti, pero la gente está comenzando a vernos feo.
La rubia lo empujó mientras miraba derredor, Shanks había amortiguado la caída con su cuerpo así que era el que tenía más dañada la ropa. La chica reviso sud prendas y rodillas en busca de lesiones. Este gesto tan común, hizo que en humor efervescente del pelirrojo desapareciera.
—Lorraine aún... Inspecciona tu cuerpo?— pregunto con cautela el Shanks. Reina aguanto su mirada acusadora por largo tiempo, sin querer responderle.
La voz molesta y grave de la aludida se alzó entre la multitud, Reina palideció observando rápidamente su aspecto en el reflejo de una vitrina cercana. Tenía un pequeño corte en la mejilla y el cabello alborotado, del resto parecía estar impecable. Shanks la observo en silencio mientras se sacudía el vestido.

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Wanted
FanfictionLady Dominique está ansiosa por iniciar su viaje al Nuevo Mundo, era la primera vez que viajaba fuera de la ruta de la nobleza y estaba emocionada por ello. Al menos todo estaba saliendo bien, hasta que divisaron una bandera pirata a la lejanía. Aka...