El resto de la mañana estuvo acompañada de Olfan mientras paseaba por los alrededores de la isla. No lo había percibido el día en que arribaron, pues estaba concentrada en compraba los productos de limpieza para su habitación. Pero era justo como había dicho el pelirrojo aquel día, el pueblo era demasiado pequeño. No había campos de consechas, ni granjas pequeñas que pudieran criar ganado.
Al pasar por el puerto, observo como dos barcos atracaban. De ellos bajaban una cantidad considerable de mercancía, posiblemente vaciando todo la bodega de ambas carabelas. En comparación a esas embarcaciones de carga, el Red Force se alzaba imponente y poderoso en el desecho puerto. Reina debía admitir que era una buena nave, bien cuidada y preciosamente fabricada. Hizo una nota mental. Si ambos quedaban en buenos términos, le preguntaría a Akagami por el carpintero de su barco, construir una nave con la que pudiera viajar una vez consiguiera un lindo lugar donde vivir era parte de sus planes de liberación.
El sonido familiar de un grupo de cadenas llamo su atención, a una de las carabelas subían a bordo un grupo de personas encadenadas una detrás de otra. La mayoría eran apenas unos niños, otras eran mujeres que apenas habían cumplido la mayoría de edad y que, al no ser bendecidas con un cuerpo o rostro aceptable no servían como mercancía nueva que ofrecer en los burdeles. Olfan confundió sus pensamientos, al ver cómo el cargamento de cerdos, gallos y otros animales pasaban frente a ellos.
—Escuche de la cocinera que las carnes y otras necesidades las traen de otras islas...— comento el hombre. Ella dejó de observar la dura realidad.
—No me sorprende, no hemos visto ni una sola granja activa desde que salimos de la posada— volvió su mirada a la carabela cuando una pequeña niña rompía en llanto al ser separada de su familia y de todo lo que conocía. La enorme cicatriz que deformaba parte de su rostro era el culpable de que ese fuera su destino, pues la niña tenía rasgos preciosos— Hay más niños de lo normal... Tantos son concebidos en esta isla?
Su guardaespalda al fin noto el motivo de su inconformidad. El hombre se rasco la cabeza mientras miraba a otro lado, claramente incómodo. No era algo que ellos pudieran solucionar con solo chasquear los dedos.
—Reina, careces de poder y dinero en estos momentos... Aún si quisieras...— le advirtió dejando la frase en el aire.
Ella siguió su camino sin decir más, sabía que muchos de los esclavos eran exportados de tierras pobres y sin posibilidades de mantener a sus habitantes, no era una niña, sabía perfectamente como funcionaba el mundo. Continuaron caminando sin rumbo fijo, sin mirar mayor mejoría en las condiciones de sus habitantes. Al llegar a un conjunto de casas destinadas a ser más prostíbulos, Olfan comenzó a comportarse extraño.
—Deberíamos volver a la posada...— le bloqueó el camino hacia el pequeño conjunto de casas de colores llamativos. Los carteles luminosos fuera de la estrecha y empinada vereda estaban apagados por la hora temprana.
Dejo que su guardaespalda la guiará de regreso sin hacer ninguna objeción, antes de perderse nuevamente en el boulevard de la isla, Reina se volvió por última vez para mirar la vereda. Por el nervioso comportamiento de su compañero, ese debía ser el lugar donde se encontraban los piratas del pelirrojo.
🍶
Con la noche en su punto más activo, trago saliva en cuanto llego a su destino, dándose unas palmaditas en la espalda como felicitación. Había sido difícil sacarle a Olfan el lugar que Akagami frecuentaba pero, gracias a que había dado la excusa de salir a pasear esa mañana el hombre termino por revelarle sin querer el lugar. Tenía un enorme cartel luminoso en la entrada, al igual que todos en esas vereda, con varios bombillos viejos que parecían estar a punto de expirar. La entrada y la pintura eran lo más llamativo del lugar pues era lo único que parecían mantener bien cuidados. Sin embargo, el color menta en las paredes y el amarillo primario de la puerta no lo hacía ver como lo que era... Una taberna de mala muerte.
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Wanted
FanfictionLady Dominique está ansiosa por iniciar su viaje al Nuevo Mundo, era la primera vez que viajaba fuera de la ruta de la nobleza y estaba emocionada por ello. Al menos todo estaba saliendo bien, hasta que divisaron una bandera pirata a la lejanía. Aka...