23

511 65 6
                                    

Fue una travesia placentera tener a Reina recostada contra su cuerpo, casi tan parecida a como la cargo cuando estaban en la isla de las prostitutas. Solo que esta vez, la mujer estaba tan ebria que no tenia fuerzas ni ganas de discutir con él, en cambio, se acurrucaba mientras le abrazaba por el cuello cada vez que la brisa fria tocaba su piel.

Al verlo llegar cerca del casco, el centinela a cargo de vigilar el barco lanzo las sogas hacia el bote. Mientras subian, el choque entre la pequeña nave y el Red Force casi hizo que Reina despertara de su aparente sueño, pero no fue suficiente para alejarla de su cuerpo. Shanks comenzaba a preguntarse si era buena idea aprovecharse de la situación, si las cosas seguian como ahora Reina pasaria toda la noche con él. Solo esa posibilidad lo volvia loco.

Recordo el momento en que se habia escabullido a la habitación de Reina en la isla de las prostitutas. Fue facil entrar desde del balcon, y Reina habia sido tan descuidada, que las puertas de la terraza estaban sin seguro. Solo iba a verla dormir, queria tener esa imagen grabada en su cabeza, pero no esperaba que ella estuviera semi despierta. Con dulzura lo llamo como una sirena recitando una melodia antigua, embriagado por su voz y sus caricias no pudo aguantar mas el impulso de besarla. Lo que termino siendo un grave error.

Aquel necesitado beso reavivo aun mas su deseo por ella, dejandole tan insatisfecho que tuvo que recurrir a las prostitutas, evitando a toda costa encontrarse con la dueña de sus deseos. Aun asi, ninguna pudo satisfacer su enardecida pasion. No le sorprendio, era un problema que le habia acaerreado desde hacia años. Las mujeres podian ser parecidas, podia hacerlas hablar o vestir de la misma manera, pero ninguna era Reina.

Ese pensamientos a fin de cuentas lo hizo decidirse. Mientras bajaba del bote, ordeno al centinela que no se acercara a las habitaciones pues cualquier ruido podria despertar a la mujer borracha. El joven pirata, que habia sido reclutado en los territorios de Dressrosa, lo miro algo confundido antes de aceptar la orden e irse a vigilar la proa.

Al verlo alejarse, Akagami se apresuro a llegar a su habitacion y recostar a Reina en la cama. La mujer hizo un puchero al sentir como el unico calor que la embolvia desaparecia repentinamente, luego comenzo a tantear los alrededores en busca de una manta con la que cubrirse.

Ahora que la compartia la habitacion brevemente con ella, penso en lo pequeña que era la alcoba. El lugar que se habia diseñado originalmente para él, termino por ser usado como sala de reuniones. Tal vez ya venia siendo hora de mudarse hasta ahi, Reina podria tener un gran espacio privado y tendria una vista directa al oceano. Sopeso un poco el como sus hombres reaccionarian al mandado, pero concluyo rapidamente que lo unico que ganaria, si pedia sus opiniones, eran burlas hacia él por su obsesion por la mujer.

—Shanks...?— el capitán del Red Force se acercó a ella lentamente, mientras se sentaba en el borde de la cama. Su voz estaba ronca, tan jodidamente sexy.

—Es la primera vez que me llamas así — el pelirrojo sonrió al verla abrír levemente los ojos. Sus cuencas violetas aún estaban nubladas por el alcohol. Rió sin gracia, herido al reconocer que ella no se refería a su yo actual— oh, no me llamabas a mi?.

Akagami acomodo la cabellera de ella en la almohada para que no se lastimara mientras se movía, era una lastima que la hermosa cabellera dorada de Reina se redujeras a poco más arriba de sus hombros. En el proceso su mano fue descendiendo hasta encontrar su barbilla, la levantó levemente acercándose hasta que su alientos chocarán.

—Debería ponerme celoso? No llames un antiguo recuerdo mío como si fuera otro hombre— Ella le miro aun sin reconocerlo, con sus labios semiabiertos esperando a que los tocara con los suyos. En ese momento Shanks lo estaba pasando mal, deseaba demasiado a esa mujer como para tener más fuerzas para contenerse— Es injusto, Reina. Al fin te tengo en mi camarote, a mi disposición y no puedo tocarte sin que sientas que abuse de tí.

WantedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora