Capítulo 15

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Jeno estaba sentado en las escaleras, manteniéndose en silencio. Sólo iba a jugar el papel de vigilante. Sabía que no debía de hacerlo en verdad pero no podía evitarlo. Aún sentía la ridícula necesidad de proteger a Jaemin, aunque este no lo deseara. Había estado dándole su espacio, dejándole a solas y sin encontrarse todo el tiempo tras de él. No era fácil pero estaba intentándolo.

Sin embargo, en ese momento no creía que lo correcto fuera ser indiferente. Jaemin estaba nervioso, jugaba con el dobladillo de su camiseta mientras que uno de sus pies golpeaba incesantemente el suelo. Lucía frágil y eso era doloroso para él. Traía demasiados recuerdos.

Su teléfono vibró en su pantalón. Lo sacó para poder ver el mensaje. Estaban fuera de la propiedad finalmente, habían tardado mas de lo que se esperaban. Incluso ya el sol se había y la oscura noche llenaba cada sitio.

Miró a Haechan, quien estaba al otro lado de la sala. No tuvo que decir nada, su hermano lo entendió cuando hizo un movimiento con su cabeza. El menor desapareció en un abrir y cerrar de ojos para ir a apretar el botón que abría las enormes rejas de hierro.

Fueron menos de dos minutos los que pasaron hasta que se escuchó el auto deteniéndose fuera. Jaemin se levantó de su sitio en el sofá con un salto y corrió hacia la puerta pero no la abrió de inmediato. Pareció darse algo de coraje y tomar una profunda respiración antes de hacerlo.

El primer rostro que Jeno pudo ver, fue el de Mark quien entraba con una pequeña sonrisa, saludando de forma amable. Chenle fue el siguiente, quien casi se abalanza encima de Jaemin para abrazarlo. Tuvo que admitir que fue divertido escuchar al chino regañar al neófito por la manera en la cual escapó y por no pedirle ayuda antes.

Algunas cosas nunca cambiaban.

Sin embargo, el momento que le tenía ligeramente tenso llegó. Luego de que Chenle le soltara, Jisung hizo su aparición. El humano miraba a Jaemin de forma extraña, con los ojos vidriosos y pareciendo buscar algo en él con sus ojos ¿Esperaba que estuviera con sus colmillos de fuera y cubierto de sangre acaso? Era casi cómico e increíble que el chico pudiera ser tan prejuicioso a pesar del ambiente con el cuál solía rodearse. Es decir, del pequeño grupo de tres, uno era un lobo y lo aceptó mucho mejor.

Jaemin estaba tenso de igual forma y podía intuir qué ni siquiera respiraba. Al contrario de como hizo con Chenle, no parecía querer tocarlo o abrazarlo. Estaba asustado de hacerle daño.

Fue bueno que el primer movimiento lo hiciera Jisung y lo tomara en brazos con fuerza mientras decía algo sobre lo mucho que le había extrañado. Parecía a punto de llorar y su voz estaba quebrándose. Era una escena conmovedora pero no podía asegurar que Jaemin lo sintiera igual, estaba visualmente rígido. Aunque no creía que eso fuera a resultar en un problema, al menos por el momento.

Sólo cuando se separaron pudo llegar a apreciar los ojos de Jaemin. Estaban vidriosos por las lágrimas pero eso no captó su atención. Sus iris volvían a ser rojos. Mordió la punta de su lengua con algo de preocupación ¿Era por la ira y tristeza de los recuerdos o por otra razón? ¿Hace cuánto que el neófito no comía? Al no estar constantemente sobre él no era capaz de saber esas cosas.

Eso le puso más alerta.

Durante los primeros minutos la situación fue incómoda. Mucho. Los cuatro habían tomado asiento. El neófito y el humano en unos sillones individuales. Los otros dos vampiros compartían el más grande.

A Jisung evidentemente no le gustaba estar allí y Jaemin se encontraba nervioso. El canadiense lo notó también, iniciando una conversación algo trivial para poder relajar el ambiente. Chenle le siguió, comentando sobre la última fiesta a la cual salió con el otro y en los problemas que se metieron por un par de borrachos.

Bloody TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora