Capítulo 14

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—Cuando me hablaron de que estabas siendo un bastardo problemático y debía de mantener un ojo puesto sobre ti, esperaba algo mucho más entretenido que esto.

Jaemin rodó sus ojos ante la tercera vez que el japonés le decía algo similar. Lo miró de reojo, notando como este estaba acostado sobre una de las mesas de la biblioteca mientras hacía algo en su teléfono. La ropa que parecía un talle más grande y el abundante cabello negro no le daban el aspecto más temible de todos pero sabía que no podía dejarse engañar por las apariencias. Escuchó lo suficiente viniendo de Mark y Chenle como para saber que el tipo estaba desquiciado.

—Podrías irte, a mí no me importa. — Respondió mientras pasaba una de las páginas del enorme libro frente a él. Lo leía atentamente, buscando lo que pudiera serle de utilidad. —

—Deseo mantener mis bolas donde están. Esta vez fue la propia HyoRi quién me llamó para que no volvieras a escapar. No pienso hacer enojar a la abeja reina.

—Seguro que aún puedes mantener tu vigilancia sobre mí aunque no estés en el mismo cuarto. Podrías ir con Taeyong, son buenos amigos ¿No es así?

—Es asombroso que vivas en esta casa y no sepas lo que sucede en ella. — Yuta se rio, sentándose sobre la mesa y subiendo uno de sus pies a la misma para poder apoyarse contra su rodilla.— Es su aniversario con Ten. Se fueron en la madrugada y dudo de que vuelvan hasta mañana. Antes solían irse una semana pero con lo del embarazo de la chica Bae no creo que vayan a estar mucho tiempo lejos.

—Claro, no ha de estar lejos del pequeño bebé bastardo.

Las palabras salieron sin pensarlo mucho y, aunque realmente no era como si se arrepintiera de ellas, agradecía que no estuviera Taeyong en las cercanías como para poder escucharle. No necesitaba otro discurso con sabor a hipocresía de su parte. Estaba bien con el que ya había obtenido días atrás.

No era como si tuviera especial simpatía por Ten. En lo absoluto. Aún recordaba la forma en la cual el lobo le había tratado en las primeras veces que estuvo en esa casa. Un verdadero desastre pero, de estar en su posición, no lo soportaría. Nunca fue una persona celosa. Los celos no eran algo que fuera con él pero creía que todos tenían sus límites. De haber estado en su lugar, habría dejado a Taeyong en el primer momento.

—Todos son demasiado buenos para hablar sobre cosas que no tienen idea. — Yuta hablaba con un destello de burla y molestia a la vez. — Y no eres la persona más adecuada para comentar algo al respecto sobre acciones que dañan a alguien cercano.

Jaemin rodó sus ojos y cambió la página del libro que había estado leyendo. Eran demasiadas cosas a la vez. Hechos tan horribles que parecían ser sacados de algún libro de terror. Una parte de él se sentía asombrada pero la otra en lo absoluto. Los vampiros podían ser seres sumamente crueles pero los humanos no se quedaban atrás. Parecía que ambos bandos competían en cuál era el peor.

Al menos tenía que darles un punto a favor de los vampiros en no sepultar en el olvido sus atrocidades. Jamás encontraría un libro con información como esa sobre las guerras humanas a lo largo de su existencia. En el sentido de lo gráfico y explicitos que eran al retratar algunas cosas. La sociedad humana era excelente en darles un nombre complicado a las cosas para tratar de esconder las atrocidades que realmente significaban pero esa era su manera de resolver sus asuntos. La historia la escribían los ganadores y ninguno de ellos deseaba mostrar su lado más cruel.

—Dime que soy una mierda si quieres, no me importa, ya todos lo han dicho. — Se rio por lo bajo. Nunca se había sentido tan sólo en esa maldita casa como en esos últimos dos días. —

—No tengo que decirlo, tú ya sabes lo que eres. — El mayor sonrió con algo de malicia para después bajarse de la mesa, comenzando a moverse entre los estantes de libros. — Pero aun así me molesta un poco que Taeyong sea visto como un desgraciado que no es ¿Realmente crees que esta mierda se trató de él queriendo ser padre únicamente? Porque estas terriblemente equivocado de ser así. Pudiera haber tenido un niño mucho antes si sólo se lo hubiera pedido a su madre. Claro, aunque no sería de la forma más legal posible. Su Ji por igual. En el caso de que ella hubiera escogido un donante anónimo ¿Crees que no podría haber dejado un testamento donde le daba la custodia a su único hermano con cerebro? O como sea que funcionen esas cosas. No conozco de leyes. — Yuta se encogió de hombros mientras tomaba un viejo libro de anatomía. — Sin contar a la vieja loca de Hyori, el resto de la familia le hubiera dado la espalda a Taeyong si esto no tuviera otro tipo de trasfondo.

Bloody TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora