Apretando con algo de fuerza las correas de su mochila, se giró a enfrentar dos rostros que no estaban entre los más deseados para ver en su vida. Conocía a esos chicos de hace años, dos niños criados bajo el mismo régimen que él. Dos cazadores que eran más letales de lo que sus bonitos rostros podían dejar entrever. Eran jóvenes, bastante. Más que su propio hermano de hecho.
— Chicos, no pensaba que me los encontraría de nuevo. — La sonrisa en los labios de Dejun fue amplia. — ¿Cómo han estado sanando sus tatuajes? Creo haber hecho un gran trabajo con ellos. Espero que hayan sanado como deberían, puse mucho esfuerzo en ellos. Por cierto ¿Qué hacen por aquí? No tendrían que estar por estas calles.
Esperaba haber sido lo suficientemente comprensible mientras movía sus manos para pedirles que disimularan. Deseaba no haber perdido el toque cuando se trataba del lenguaje de señas que le enseñaban a los cazadores y que entendieran el mensaje de que no debían decir nada comprometedor.
Sabía que estaban siendo vigilados. Lo notaba desde hace días. Sólo rogaba porque los idiotas que le seguían siempre desde los techos fueran lo suficientemente estúpidos como para no entender el lenguaje que usaba. Eran jóvenes muy inexpertos aún, no fueron realmente buenos al tratar de esconderse.
— Por supuesto. Han estado perfectamente. — Minghao sonrió, pasando un brazo por los hombros de su compañero. — ¿No es así, Jun?
— Perfectos. Sólo no creímos que volveríamos a verte. — Este parecía un poco extrañado. —
— El mundo es pequeño ¿No es verdad? — Dejun volvió a sonreír. — ¿Qué les parece si vamos por una cerveza y nos ponemos al día? Así pueden decirme como les ha estado yendo con todo.
La pareja de cazadores se miraron entre ellos antes de asentir y le siguieron por las calles mientras fingían una conversación casual. Dejun tomó su teléfono, mandándole un mensaje rápido a Sicheng para avisarle que iban al bar donde trabajaba. Su amigo no era el dueño, pero era el encargado en general porque el propietario era un viejo que prefería descansar más que estar al pendiente de su negocio. No debería de haber muchas personas ese día en el establecimiento, pero aún así necesitaban de un sitio más privado.
Caminaron por las tranquilas calles e ignoraron a la mayoría de las personas que pasaban cerca de ellos. Sólo después de más de media hora a pie llegaron a su destino. Sicheng ya estaba esperándolos en la entrada para poder guiarlos entre la gente. Les abrió la puerta de lo que suponía era una vieja oficina que estaba en declive. El papel de las paredes estaba ligeramente despegado por la humedad y el escritorio sucio. Un viejo sofá café que había visto tiempos mejores y una ventana que llevaba cerrada por completo casi el mismo tiempo que el establecimiento en funcionamiento.
— Tienen treinta minutos. Los guardias de la entrada no dejaran entrar a nadie por ese tiempo para asegurarnos de que quienes los seguían no puedan irrumpir para oírlos.
Fue lo único que Sicheng les dijo antes de cerrar la puerta de la oficina. Dejun dejó caer su mochila a un lado, pasando sus manos por su cabello antes de ir hasta el escritorio y apoyarse contra este para enfrentar directamente a esos otros dos.
— Te ves diferente a lo que esperaba. — Junhui comenzó, acomodando su cabello rubio que caía sobre sus ojos de forma molesta. — Luces vivo, lo cuál es una gran sorpresa.
— Los grandes tenemos que morir cuando la situación lo amerita. — Dejun sacó una cajetilla de cigarros de su bolsillo para llevarse uno a la boca. Comenzó a buscar un encendedor sin encontrarlo y, para su fortuna, Minghao le arrojó uno. — Mi posición estaba comprometida. Y ustedes dos deben cerrar la boca sobre esto. Jamás me han visto, ni una vez. Nunca se enteraron de esta basura. — Le dio una larga calada a su cigarrillo, conservando el humo en su boca por unos minutos antes de dejarlo ir poco a poco. — Sirio estuvo teniendo severas filtraciones en los últimos años. Eso es peligroso si nuestras suposiciones son ciertas. Debí de asegurarme de que nadie me buscara más aquí. Ni siquiera mis padres saben sobre esto. Sólo miembros del más alto nivel.
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Bloody Tears
Fanfiction¿Qué era lo que hacía que la vida tuviera sentido o valiera la pena? Jaemin no lo sabía. Si alguna vez creyó saberlo, en su actualidad de sentía tan iluso. Nada tenía verdadero sentido. Sólo sabía de su dolor y odio. Lo único en lo cual podía conce...