Capítulo 36

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Se necesitó de Joohyun y Yukhei para amarrar a Hendery una vez que Seo se quitó de encima. Su hermano seguía luchando para liberarse, moviéndose con violencia. Ver como le amordazaban, como si solo fuera un animal salvaje, rompió algo en su interior que no sabía que conservaba todavía.

— No dijeron que el efecto de la sangre de un puro sería tan fuerte. — Habló mientras guardaba el arma en su abrigo ya roto. —

— No puedo estar seguro, pero siendo tan peligroso Park Jun Jin bien podría haberlo estado matado de hambre para debilitarlo un poco. De lo contrario no creo que se arriesgaría a tenerlo en su casa con su resistencia al dolor. — Jeno habló a su lado, frotando la muñeca donde las marcas de una mordida aún estaban sanando. — Yuta no tiene reacciones tan violentas cuando Taemin le da de su sangre. Aunque él ya se ha acostumbrado. — El chico suspiró y observó con pena al vampiro en el suelo. —

— ¿Están seguros que destruyeron el jodido violín? — Preguntó observando de reojo a Jeno.—

— Destruido y convertido en cenizas. Haechan me envió las fotos. Parece que él y Mark tuvieron un momento difícil abriendo la caja fuerte. — El vampiro suspiró. — ¿Las de los cazadores?

— Sicheng las destruirá en cuanto le llame para estar seguros.

Volvió sus ojos hacia Seo, quien ya estaba de nuevo en su forma humana y cubierto por su pesado abrigo que llegaba hasta las rodillas. Solamente el abrigo. Habría apreciado la vista en otros momentos.

Sus ojos bajaron hacia el ya inerte cuerpo que había teñido de rojo la nieve. Sabiendo que ninguno de los otros se atrevería a tocarlo, se acuclilló para desenroscar la cadena. La sangre mancho sus manos y pequeños cortes se hicieron en sus dedos por ser descuidado pero no se preocupó por ello. Con ayuda de la nieve, limpió el arma y sus palmas a pesar de que el frío se las entumecía.

Se aseguró de cerrar las cuchillas y juntar los eslabones para luego enroscar la cadena. La guardo en uno de sus bolsillos y, solo allí, observó el cuerpo muerto.

— ¿Lo quemaran junto al resto? — Preguntó mientras observaba el rostro carente de expresión. —

— No por el momento. — Seo se puso a su lado. — Mis chicos lo van a llevar lejos de aquí para que ningún humano perdido lo encuentre. Pero nos desharemos de él una vez que Jaemin venga a verlo. Ese chico necesita asegurarse de que está muerto antes de seguir con su vida.

Podía comprender eso. Asintió y se levantó para volver con su hermano. Ayudó a que le levantaran y lo arrastraron hasta la camioneta ya abandonada para subirlo en la caja.

— Deberías ir dentro de la cabina, Dejun. — Jeno insistió acercándose a él. — La noche está muy fría. Eres el único humano aquí.

— La he pasado peor. No tendré más que un posible resfriado. Iré con mi hermano. — Dijo mientras se subía en la caja, sentándose a un lado de Hendery, quien parecía estar calmándose ya de su frenesí. —

Mantuvo sus ojos clavados sobre el espeso cabello oscuro del menor, pasando sus dedos entre las hebras e ignorando deliberadamente la pesada mirada que sentía sobre él. Escuchó a Jeno tratar de convencerle igual de ir dentro pero siendo el cachorro terco que era, Yang Yang subió también en la caja. Solo se acomodó en el rincón más lejano que pudo encontrar.

El viaje fue aún más incómodo de tomarlo allí atrás. Aunque agradeció que fuera de solo media hora. Haber estado conduciendo en círculos alrededor de la manada por horas le había vuelto jodidamente loco y tenso. Tener que aprenderse el maldito recorrido en menos de un día y asegurarse de no cometer el error de acercarse demasiado a los lobos bien pudo haberle causado un millar de canas nuevas.

Bloody TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora