“Es imposible no pensar en los consejos que me darías en algunos momentos. Lo que opinarías de todo lo que he hecho. Sé que no estarías orgullosa de mí, que preferirías que hubiera seguido mi vida de otra manera, pero sabes bien que siempre fui un poco rebelde. Lo bueno es que tengo por seguro que me amarías de todas formas.
Aunque muy probablemente pedirías que siempre te visite en camisetas de manga larga para ocultar las dalias de mi brazo o que no me habrías dejado marchar con Dejun y el resto. Pero ambos sabemos que me habría escapado y me llamarías dos veces al día para asegurarte de que estuviera bien. Que en cada ocasión que regresara me habrías revisado para cerciorarte de que estuviera en una pieza.
O puede que nada de eso. Realmente este no habría sido mi camino si hubieras estado aquí conmigo.
Te extraño, mamá.
Lo hago cada día. Cuando veo mis fotos de niño y los veo a ustedes sonriendo mientras me sostienen. Lo hago cuando recuerdo los buenos momentos que pasé a su lado. Cuando puedo sonreír al saber que siempre estuvieron allí para apoyarme en mis decisiones aunque no fueran las que ustedes hubieran tomado. Cuando me siento solo. También cuando alguien en la calle pasa y usan el mismo perfume que ustedes.
Aún me volteó al sentir ese olor creyendo que quizás estarán detrás de mí.
¿Estarás molesta de que tu partida todavía me afecte tanto o orgullosa de lo mucho que he avanzado?
Sigo teniendo pesadillas por las noches algunas veces. He aprendido a manejarlas, a despertar y repetirme que fue solo un sueño. No me gusta dormir solo. Lo evito cuanto pueda. Supongo que es algo bueno que Jeno pueda trabajar desde el escritorio a un lado de la cama. Aprendí a ignorar el sonido del teclado y el brillo de la pantalla.
Me desquician todavía un par de cosas. Hemos peleado mucho también. Supongo que ambos estábamos más rotos de lo que creíamos, pero no es tan malo. Juntamos los trozos y ayudamos al otro a recomponernos. Es un proceso lento. No hay días buenos o malos. Cada uno tiene un poco de los dos. Es difícil, pero nada que valga la pena es fácil.
Quiero creer que esto es lo que más valdrá la pena en toda mi vida.
Pero, de todas formas, he aceptado el número de la terapeuta que Mark me ha recomendado. Me habría encantado poder solucionarlo todo por mi cuenta, pero hay algunas cosas en las que necesito ayuda.
Como preparar la comida de forma similar a la que tú hacías. Creo que nunca podré tener tu misma sazón pero Sungchan ha ayudado mucho a mejorar mis pobres habilidades culinarias. Seguro que él te habría agradado, tiene el mismo corazón bondadoso que tú. Jura que me ha perdonado pero creo que yo no me perdoné a mi mismo por lastimarlo. Su madre me detesta lo suficiente como para compensar.
¿Es estúpido que te haya imaginado yendo a confrontarla molesta por eso? No quisiera estar en medio de una pelea de dos madres tan obstinadas.
Papá seguro habría estado afuera avergonzado pero alentándote en silencio. Maldito cobarde.
Quiero creer que no saqué eso de él. He tratado de no escapar más de lo que me aterra. Regresé a nuestra antigua casa. No puedo vivir en ella pero me he esforzado por mantenerla limpia y ordenada. No he decidido que hacer con ella aún.
Ji Eun dice que está dispuesta a comprarla para hacer el taller general de su marca pero creo que prefiero conservarla para mí. Quizás, en cuanto tenga formalmente mi título, pueda hacer de ella mi clínica. No estoy muy seguro. Entrar a tu habitación sigue siendo una pesadilla. Jeno cree que puedo demolerla y empezar de nuevo pero mi pecho de estruja al considerar la idea.

ESTÁS LEYENDO
Bloody Tears
Fanfic¿Qué era lo que hacía que la vida tuviera sentido o valiera la pena? Jaemin no lo sabía. Si alguna vez creyó saberlo, en su actualidad de sentía tan iluso. Nada tenía verdadero sentido. Sólo sabía de su dolor y odio. Lo único en lo cual podía conce...