—Se hace tarde, suban al auto. —Jungkook ordenó.
Hoseok y Taehyung se sentaron en la parte de atrás. El castaño se sentía cómodo con él. Era el más simpático, siempre lucía felíz, se tomaba las cosas de la mejor manera. Le gusta salvar a las personas, incluso si estas no tienen las mejores intenciones. Su corazón era enorme y bondadoso.
Unas horas más tarde habían llegado al centro de la ciudad, y aunque las calles se veían solas, silenciosas, Taehyung temblaba de miedo. Él nunca había salido a recorrer las calles después del desastre. Se mantuvo encerrado en aquel supermercado por meses, desde que inició el virus. Él no tenía idea de cómo hacerlo, cómo salir y sobrevivir con esas horrorosas cosas caníbales. Él no sabía defenderse.
—La estación está del otro lado —habló Jungkook —. Caminaremos desde aquí en silencio. No sabemos con qué podemos encontrarnos.
Bajaron del auto y caminaron hasta la otra calle. Los edificios, las tiendas, los automóviles, todo estaba completamente destrozado.
—¿Hacen esto siempre? —Taehyung le preguntó a Hoseok en voz baja.
—Si —respondió —, tenemos que hacerlo para sobrevivir. Las municiones se terminan, los alimentos, todo. Y cada vez es más difícil de conseguirlos.
—Oh, entiendo... —se quedó en silencio por unos minutos —. Y tu familia, ¿dónde está?
—Yo, tuve una familia, pero esas cosas acabaron con ella —hizo una pausa —. Ahora... ellos son la única familia que tengo —dijo el pelirrojo mirando a Jungkook y Jimin delante de ellos.
—Yo... Quiero encontrar a mi familia. ¿Crees que ellos...
—No lo sé, Taehyung. Hablemos de esto en casa o Jungkook nos regañará por estar distraídos. Mantente enfocado y no te separes mucho —sonrió y le palmeó la espalda baja.
—Está bien... —el castaño le devolvió la sonrisa.
—Llegamos —Jungkook se detuvo en la entrada —, entraremos en parejas. Taehyung —lo miró —, tú vienes conmigo.
—¿Qué piso revisaremos? —preguntó Jimin.
—Ustedes se quedan con el primer piso. Taehyung y yo iremos por el segundo —respondió —. Bien, prepárense.
La puerta estaba abierta. La abrió despacio y entraron en silencio. Jungkook tomó del brazo a Taehyung, llevándolo con él al segundo piso.
—Quédate detrás de mi y no te alejes hasta que haya terminado de revisar —musitó el pelinegro y Taehyung asintió con la cabeza.
El lugar era grande. Caminaban despacio, con su rifle siempre apuntando, listo para disparar a lo primero que se ponga en frente de Jungkook.
—Esta zona está limpia, pero no hay nada que pueda servirnos —dijo el pelinegro más tranquilo —. Faltan las oficinas de allá.
Algo llamó la atención de Taehyung, observo el objeto y caminó despacio hacia él, ignorando completamente a Jungkook.
—Taehyung, ¿estás escuchandome? —se quejó
—¿Uh? Oh lo siento —se alejó, regresando con Jungkook.
—¿Qué estabas mirando?
—No era nada —sonrió tímido.
Jungkook caminó de donde venía Taehyung. Vió la guitarra marrón que se encontraba colgada y luego miró a Taehyung. —¿Tocas la guitarra? —alzó una ceja.
—Solía hacerlo —jugó con sus dedos —. Tengo una en casa... No sé si siga ahí.
—Ten. —Jungkook bajó la guitarra con cuidado y se la entregó a Taehyung.
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Apocalyptic Nightmare | Kookv
Hayran KurguMuchos intentarán recuperar algo de normalidad en este mundo crudamente desolado... Un grupo de adolescentes ha sobrevivido a la destrucción de la ciudad de California y debe enfrentarse al devastador panorama de lo que alguna vez fueron casas perfe...