El sol brillaba alto en el cielo, sus rayos filtrándose a través de las hojas verdes del bosque, creando un juego de luces y sombras que danzaban sobre el campamento. La corriente del río reflejaba destellos de luz, como pequeñas estrellas atrapadas en el agua. A pesar del caos del mundo exterior, el lugar tenía un aire pacífico bajo el manto del día.
Jungkook estaba sentado en una roca plana, observando a Hoseok, Jimin y Shiro chapotear en el agua. Un cigarrillo descansaba entre sus dedos, el humo en espirales finas se perdía en el aire fresco del bosque. Aunque normalmente mantenía una actitud reservada, hoy había algo en la escena que lo hacía sonreír. Tal vez eran las risas escandalosas de sus amigos o lo absurdo de verlos intentar pescar.
Hoseok estaba a medio sumergir en el río, con el agua llegando hasta su cintura, su camiseta empapada pegándosele al torso mientras sostenía una improvisada red de pesca. Jimin, a su lado, había adoptado un enfoque más atrevido, casi agachado por completo en el agua, como si eso lo hiciera menos visible para los peces.
—¡Hoseok, no te muevas tanto! —gritó Jimin con una risa contagiosa —. ¡Vas a espantar a todos los peces!
Hoseok se rio a carcajadas, sacudiendo la cabeza. —Los peces no tienen miedo de mí, Jimin, tienen miedo de tu voz. ¡Si dejas de gritar, tal vez atrapes algo!
Jungkook soltó una risa por lo bajo, sacudiendo la cabeza. Desde su posición en la roca, disfrutaba del espectáculo, como si las pequeñas preocupaciones de su mundo apocalíptico quedaran de lado, al menos por un rato.
De repente, Jimin, en su esfuerzo por acercarse más a la orilla, pisó una roca resbaladiza y perdió el equilibrio. En su intento desesperado por no caer al agua por completo, se aferró a Hoseok, quien no tuvo tiempo de reaccionar antes de ser arrastrado hacia abajo. Ambos cayeron, salpicando agua por todas partes, empapados hasta las pestañas.
—¡Ahhh! —gritó Jimin entre risas, tosiendo mientras se sacudía el agua de la cara—. ¡Te dije que no te movieras tanto!
Hoseok emergió del agua con una expresión de sorpresa antes de estallar en carcajadas. —¡Eso fue tu culpa, no la mía!
Shiro miró la escena desde la orilla, apretándose el abdomen de la risa, y frotándose el agua de los ojos que le llegó a salpicar.
Hoseok emergió del agua sacudiéndose el cabello empapado, aún riendo por el caos reciente. Con una mirada curiosa, revisó su improvisada red de pesca. Para su sorpresa, dos pequeños peces plateados se debatían atrapados entre las cuerdas. Una sonrisa de triunfo se extendió por su rostro mientras levantaba la red.
—¡Hey, chicos! —soltó Hoseok con entusiasmo—. ¡Miren lo que atrapé!
Jimin, aún tratando de limpiar el barro de su cara, miró a Hoseok y se echó a reír de nuevo. —¿De verdad? ¡Pensé que solo atraparías más barro! Tuviste suerte.
Con los peces en mano, Hoseok y Jimin salieron del agua chapoteando, sus pantalones goteando con cada paso. Se acercaron a una bandeja que habían improvisado con una tapa de metal oxidada. Hoseok depositó los peces cuidadosamente sobre ella, sintiéndose extrañamente satisfecho con el botín.
—Al menos cenaremos algo más que ardillas hoy. —sacudiéndose el agua de las manos.
En ese momento, el sonido de ramas rompiéndose y pasos tranquilos llamó su atención. Taehyung venía caminando desde el borde del bosque, acompañado de Cherry, la pelirroja de mirada afilada y astuta. Ambos cargaban con lo que habían cazado; un par de ardillas colgaban de las manos de Cherry, mientras que Taehyung llevaba un manojo de leña sobre el hombro.
—Parece que fue un buen día para cazar. —dijo Taehyung con una sonrisa amplia, al ver la escena que se desplegaba frente a él.
Cherry se rio suavemente, acomodándose el pelo detrás de la oreja mientras dejaba caer las ardillas junto a la bandeja. —Hemos tenido suerte, pero parece que ustedes se han divertido más.
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Apocalyptic Nightmare | Kookv
FanfictionMuchos intentarán recuperar algo de normalidad en este mundo crudamente desolado... Un grupo de adolescentes ha sobrevivido a la destrucción de la ciudad de California y debe enfrentarse al devastador panorama de lo que alguna vez fueron casas perfe...