Capítulo 3

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—Suban, le queda poco combustible. —ordenó. Era una camioneta negra Nissan Frontier  —. Con suerte encontraremos un lugar temporal para pasar unos días y descansar. No nos queda mucha agua, así que no la desperdicien.

Subieron a la camioneta, Jungkook al volante con Jimin de copiloto y los demás en la parte de atrás. La apeste de las calles era horriblemente penetrable, puros cuerpos descompuestos, aroma a sangre y putrefacción por doquier.

Calles solitarias llenas de basura, restos de cuerpos, el sonido de los caminantes arrastrándose y gruñendo, buscando carne viva para saciar su hambre, nunca se detienen. Cada día se preguntaban cuánto más podrían aguantar, se preguntaban si en algún momento todo tendría fin, si valía la pena seguir luchando en un mundo donde jamás volvería a ser como antes. ¿Lo valía?

Jimin apoyó el antebrazo en la ventana del auto, con una cara de disgusto por el olor a podrido y lo sediento que estaba. Su cabello rubio se removía por el aire, su estómago rugía, sus ojos se cerraban por cansancio.

—¿Qué haremos con ese tipo? Lo trajiste con nosotros, ¿significa que va a quedarse?

—Se ve fuerte, sabe cuidarse solo. Puede ser de ayuda y decirnos dónde encontrar a su grupo.

—De acuerdo. —se acomodó en el asiento para tomar una siesta —. Despiertame cuando lleguemos a donde sea que nos dirijamos.

—Hemos llegado. —apagó el auto. Se detuvieron en un pequeño vecindario rodeado por el bosque, las calles eran pequeñas y angostas, algunos caminantes deambulaban por ahí —. Tomemos una de esas casas, este vecindario siempre ha sido tranquilo.

Todos bajaron del vehículo siguiendo por detrás a Jungkook que se dirigía a una de las casas. La fachada era sofisticada, de dos pisos, con terraza en la segunda planta y un jardín muerto en la entrada.

—Parece ser temporada de lluvia, el cielo sigue nublado desde ayer. —Taehyung se acercó a Jimin.

—Podemos usar sogas para rodear los árboles, colgamos latas vacías y así sonarán si se acercan caminantes. —dice Jungkook —. La casa de allá tiene cerca, se la quitamos y afilamos para rodear la casa, tal como lo hicimos en la cabaña de San Diego. De esta forma evitaremos ser acorralados por los caminantes. —llegaron a la entrada.

Entraron para revisarla, con sus cuchillos en alto, no era necesario gastar balas en un par de infectados. Soobin aún con las manos esposadas les ayudaba a asegurarse de que no hubieran más, y de sorpresa salió uno del baño abalanzándose hacia él. Sin poder defenderse lo empujó como pudo, en eso apareció Eunwoo parar perforar el cráneo putrefacto del infectado. Sangre salpicó en el rostro de Soobin, parecía asustado.

—¿Estás bien?

—Sí... Gracias. —su respiración estaba acelerada.

—Aléjense de esa cosa. —llegó Jungkook, le quitó las esposas a Soobin y le lanzó un trozo de tela para que pudiera limpiarse la sangre. Estaban en un gran problema ahora —. Miren sus ojos. ¿Saben lo que significa?

—La cepa de gripe... —murmuró Jimin. Al caminante le sangraban los ojos, al parecer la infección había regresado.

—Si ven este tipo de caminantes aléjense de ellos. Eviten que su sangre los toque y estar cerca. Pueden enfermarse con tan solo respirar al lado de ellos, recuerden que la infección se transmite por exposición directa a partículas respiratorias. —el pelinegro tomó de las piernas al caminante y lo arrastró afuera de la casa.

Yoongi venía bajando las escaleras, terminó de revisar todo el piso de arriba, estaba completamente limpio. —Hay dos habitaciones arriba.

—Y dos abajo. —agregó Cherry.

Apocalyptic Nightmare | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora